TV3 y Sanchis, una pesadilla o cuando la realidad supera la ficción
Vicent Sanchis dirigirá la televisión autonómica después de una carrera vinculada al sector más pujolista de Convergència
El nombramiento del periodista valenciano Vicent Sanchis como nuevo director de TV3 en sustitución del dimitido Jaume Peral pone una vez más en evidencia la instrumentalización y patrimonialización no tan solo gubernamental sino simplemente partidista de lo que debería ser una radiotelevisión pública, y por tanto plural.
Desde su desembarco en Barcelona, Sanchis ha estado vinculado directa e indirectamente con el sector más pujolista de CDC. Fue uno de los responsables del fallido proyecto del diario El Observador, concebido en 1990 como réplica nacionalista a La Vanguardia por el entonces todopoderoso secretario general de la Presidencia de la Generalitat, Lluís Prenafeta.
Fue el propio Sanchis quien, ya director del periódico, fue el encargado de cerrarlo, en 1993. Tres años más tarde, en 1996, pasó a dirigir el diario Avui, que con él al frente se convirtió en un simple aparato de propaganda política al servicio de CDC. En sus más de diez años de director el histórico periódico en catalán no solo acumuló más y más pérdidas en su cuenta de resultados sino que redujo su difusión al mínimo, hasta el punto que poco después tuvo que ser absorbido por El Punt para sobrevivir.
Con posterioridad proyectó para el Grup Cultura 03 un posible nuevo periódico en catalán que no llegó a cuajar, dirigió por poco tiempo el suplemento de ocio y cultura Time Out Barcelona y luego volvió a Valencia, a dirigir el subvencionado semanario catalanista El Temps, pero no tardó en regresar a Barcelona, donde su buen amigo Joan Oliver, entonces director general del F.C.Barcelona presidido por Joan Laporta y que había sido director de TV3 en pleno pujolismo, le dio la dirección de Barça TV, hasta ahora su única experiencia televisiva, no precisamente exitosa.
Vicent Sanchis, entre sus numerosos libros publicados, tiene un par de volúmenes escritos conjuntamente con Lluís Prenafeta, cuyos títulos vienen como anillo al dedo para explicar su designación como director de TV3: L’ombra del poder (La sombra del poder) y El malson, quan la realitat supera la ficció (La pesadilla, cuando la realidad supera la ficción)
Director general de la Fundació Catalunya Oberta, “think tank” pujolista creado por Prenafeta, Sanchis ha sido también vicepresidente de la entidad secesionista Òmnium Cultural y durante estos últimos años ha destacado como propagandista radical del movimiento independentista, en especial en tertulias políticas de TV3 y Rac1 así como en El Punt-Avui, Nació Digital, El Singular y otros medios de comunicación nacionalistas.
Vicent Sanchis llega a la dirección de TV3 en horas muy bajas para la cadena y para el conjunto de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA). TV3 es ahora la tercera cadena en audiencia en Cataluña, con poco más del 10% y superada tanto por Tele5 como por Antena3. Su nombramiento ha sido criticado con gran dureza por el comité de empresa y por el sindicato de periodistas.
Son muchas las voces que coinciden en señalar que la designación de Sanchis como director de la televisión autonómica es un último y desesperado intento del sector más pujolista de la antigua CDC por asegurarse el control de TV3 como instrumento propagandístico, al servicio sin duda de Artur Mas y de su cada vez más endeble proyecto secesionista pero sobre todo al servicio de la ocultación de todo el entramado de corrupción y financiación ilegal que se atribuye a CDC, comenzando por el “caso Palau” o “caso Millet”, que cada vez es más el “caso CDC”, pasando por el “caso 3%” y los diversos “casos Pujol”, y sobre todo por el “caso Pretoria”.
Porque el patrón de Vicent Sanchis, su auténtico “padre padrone” o “capo”, siempre ha sido, y sigue siendo, el otrora todopoderoso Lluís Prenafeta, que estos días está siendo juzgado en la Audiencia Nacional, acusado de numerosos delitos.
Y es que Vicent Sanchis, entre sus numerosos libros publicados, tiene un par de volúmenes escritos conjuntamente con Lluís Prenafeta, cuyos títulos vienen como anillo al dedo para explicar su designación como director de TV3: L’ombra del poder (La sombra del poder) y El malson, quan la realitat supera la ficció (La pesadilla, cuando la realidad supera la ficción).