Trump inicia la guerra de aranceles: 25% al acero y 10% al aluminio
Trump desoye las advertencias sobre una guerra comercial y firma la imposición de aranceles para el acero (25%) y el aluminio (10%)
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha firmado este jueves la imposición de aranceles a las importaciones de acero del 25% y del 10% a las del aluminio, de los que quedan exentos por el momento México y Canadá. «No tomamos estas acciones por elección, sino por necesidad», ha indicado en un acto en la Casa Blanca.
Al respecto, el mandatario ha subrayado que el acero y el aluminio «son vitales» para la «seguridad nacional» de Estados Unidos. Asimismo, ha señalado que debido a la «especial relación» con Canadá y México, socios comerciales con los que se está renegociando actualmente una nueva versión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), estos dos países no se verán afectados.
«Tengo la impresión de que vamos a alcanzar un acuerdo sobre el TLCAN (…) Si lo logramos, no habrá aranceles para Canadá y México», ha precisado.
De momento, Trump deja fuera de su medida proteccionista a México y Canadá
Por otro lado, el presidente estadounidense ha informado de que «los aranceles no serán efectivos por al menos otros 15 días», a lo que añadió: «Vamos ver quién nos está tratando de manera justa y quién no».
El gobernante estuvo acompañado durante el acto por el vicepresidente estadounidense, Mike Pence; el secretario de Comercio, Wilbur Ross, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, así como por un grupo de trabajadores y representantes del sector siderúrgico.
La medida proteccionista de Trump levantará ampollas. Ya ha sido advertido durante los últimos días por más de un centenar de congresistas republicanos, que le enviaron una carta para pedirle que reconsiderara sus planes.
El último en hacerlo ha sido el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. «Si se ponen aranceles a los aliados, ¿quiénes son los enemigos?», ha indicado este mismo jueves el banquero italiano durante la presentación de las previsiones de crecimiento para la eurozona. El temor no es nuevo. El pasado febreró el BCE alertó en uno de sus informes sobre un posible efecto contagio por la reforma fiscal de EEUU.