Torra enseña sus cartas en el Parlament: el ultimátum era un farol
El presidente de la Generalitat evita ponerse la soga al cuello en el Parlament con la exigencia de un referéndum antes de noviembre
Nunca un ultimátum tuvo las patas más cortas. Apenas 24 horas después de que Quim Torra intentara poner contra las cuerdas a Pedro Sánchez (o se compromete a un referéndum de autodeterminación en Cataluña antes de noviembre o pierde los apoyos del independentismo en el Congreso), el presidente de la Generalitat quedó en evidencia. Iba de farol.
Torra tenía una ocasión muy propicia para presionar institucionalmente al Gobierno. Bastaba con usar el debate de política general que se celebra esta semana en el Parlament para someter a votación su ultimátum. Bastaba con dar fuerza parlamentaria a su ultimátum. Pero no hubo nada de eso. Ni una sola de las propuestas de resolución que ponen el broche al debate menciona nada relacionado con la fecha límite de noviembre.
De hecho, la propuesta de resolución acordada por Junts per Catalunya (JpC) y ERC —los partidos que apoyan al gobierno de Torra— que votará el pleno mañana, jueves, insta genéricamente al diálogo «bilateral» de la Generalitat con el Gobierno de España «sin condiciones ni renuncias». Subráyese: «sin condiciones ni renuncias». Eso sí, con el propósito de hallar una solución basada «en el derecho a la autodeterminación».
Hasta tal punto ha quedado en evidencia el farol de Torra que no sólo las propuestas de resolución de JpC y ERC obvian el ultimátum, sino que el propio presidente de la Generalitat ha evitado insistir en ello durante su única intervención en la tribuna del Parlament este miércoles.
Torra evita anudarse la soga al cuello
A la hora de la verdad, Torra ha evitado anudarse a la soga al cuello y conformarse con el guión que marca la política de la Generalitat de los últimos meses. Es decir, que el único mandato parlamentario que está dispuesto a asumir el presidente de la Generalitat es el de «explorar las vías del diálogo y la negociación para garantizar el ejercicio al derecho a la autodeterminación» con el objetivo de «negociar un referéndum acordado, vinculante y reconocido internacionalmente».
Lo más llamativo no es que la propuesta conjunta de Junts per Catalunya y ERC obvie el ultimátum, puesto que la formación republicana ya había dado muestras de estar disconforme con el «todo o nada» de Torra. Lo más llamativo es que Junts per Catalunya tampoco ha introducido el tema en su propio paquete de propuestas para no dejar al descubierto su fractura con ERC.
Torra, sin embargo, no ha logrado solucionar el problema creado por él mismo, ya que no se ha desdicho en público de su ultimátum. En consecuencia, su gobierno deberá responder a lo largo de los próximos días y semanas qué hay acerca de los plazos. Qué hay acerca de la fecha límite de noviembre. De momento, lo único que ha logrado es espantar a Sánchez, que ahora no piensa reunirse con el presidente de la Generalitat.