Torra desprecia el último gesto de Sánchez
El president considera el anuncio de Sánchez de que finalmente le llamará un gesto "vació y estéril" que no solucionará "el conflicto"
Quim Torra no ha tardado en minimizar el último gesto de Pedro Sánchez, pese a tratarse de la respuesta a una reclamación que el presidente de la Generalitat lleva haciendo desde hace muchas semanas: la de que el presidente del Gobierno en funciones le coja el teléfono o le devuelva las llamadas.
Torra considera que una llamada de Sánchez en el marco de una ronda de contactos con todos los presidentes autonómicos no soluciona nada, y que el «conflicto» tiene que afrontarse con «valentía y coraje, y no con gestos vacíos y estériles».
Así lo han transmitido este jueves fuentes del entorno del presidente catalán, que añaden que lo que deber haber por parte del Gobierno es «respeto institucional», «reconocimiento de los sujetos políticos» y disposición a la «bilateralidad» entre la Moncloa y la Generalitat.
De lo que se trata, insisten las mismas fuentes, es de que haya una «propuesta democrática» para que pueda ejercerse la autodeterminación y de que se ponga fin a «la represión».
También la diputada de Junts per Catalunya (JxCat) en el Congreso Laura Borràs restó importancia a la llamada. En una entrevista en Catalunya Ràdio, Borràs consideró que responder las llamadas perdidas del president es «una cuestión de mínimos». «Convertir en extraordinario lo que es ordinario no debería ser motivo de satisfacción», zanjó.
Las llamadas no respondidas de Torra a Sánchez
A mediados de octubre, en plena inflamación en las calles catalanas tras la sentencia del juicio del procés, el gobierno de Torra difundió que el presidente catalán había intentado contactar de forma reiterada con Sánchez sin éxito para abordar la crisis.
Desde entonces, el presidente del Gobierno en funciones y su equipo han dado largas al presidente catalán, que exige tener protagonismo e interlocución directa con Sánchez si se crea la mesa «bilateral» para retomar las conversaciones entre la Moncloa y la Generalitat que reclama ERC como condición para facilitar la investidura.
Esas conversaciones avanzan a duras penas, así que este miércoles, después de ser designado como candidato por el rey FelipeVI, Sánchez anunció que la semana que viene llamará a todos los presidentes autonómicos, Torra incluido, para insistirles en la necesidad que se forme un gobierno pronto. Una ronda de contactos que permite enmascarar lo que realmente cuenta, que es que llamará finalmente al presidente catalán, una concesión para engrasar la negociación con ERC.
De hecho, la portavoz de esta formación, Marta Vilalta, que además forma parte de su equipo negociador, ha revelado este mismo jueves en una entrevista en Nació Digital que le exigieron al PSOE la llamada a Torra a modo de «gesto» para dar credibilidad a su disposición a impulsar una solución política en Cataluña.
Pero Torra, que insiste en desmarcarse de la postura de sus socios de Esquerra y en elevar el listón de las exigencias que los de Oriol Junqueras han planteado hasta ahora a los socialistas, no ha tardado en tratar de quitar importancia al gesto y en subrayar que no quiere ser tratado como uno más de entre el conjunto de presidentes autonómicos.