Torra agita la confrontación con ataques al «agujero negro de Madrid»
El presidente catalán arranca el debate de política general en el Parlament orillando su previsible inhabilitación
Quim Torra ha espetado este miércoles una nueva versión del mantra independentista de «España nos roba». El presidente de la Generalitat ha asegurado que los recursos que se generan en Cataluña siempre «desaparecen absorbidos en el agujero negro de Madrid». Así lo ha transmitido en el debate de política general que se celebra en el Parlament a pocas horas de su vista en el Tribunal Supremo para decidir sobre su inhabilitación por desobediencia.
Durante la primera hora de su intervención ante la cámara catalana, el president ha evitado ahondar en cuál será su respuesta a la previsible confirmación de su inhabilitación por parte del alto tribunal. Desde el Palau de la Generalitat han surgido voces que temen que Torra esté totalmente «bunquerizado» y dispuesto a seguir dejando en el aire la convocatoria electoral y las negociaciones con Esquerra Republicana para trazar una hoja de ruta conjunta.
Por lo contrario, Torra se ha dedicado a ensalzar su gestión al frente del Govern, haciendo un repaso de los proyectos iniciados durante su legislatura. El presidente catalán ha asegurado que su ejecutivo ha aprobado 67 normas con rango de ley, 29 memorias preliminares de proyectos de ley y los presupuestos de 2020, que ha calificado como la «primera piedra de la reconstrucción» pese a que fueron diseñados antes de la crisis sanitaria y económica de la Covid-19.
El president, consciente de que es altamente probable que el Supremo le inhabilite en estas próximas semanas, ha abordado este debate de política general como una suerte de epílogo de su gestión, haciendo tanto un balance de sus acciones como una despedida indirecta de sus funciones. Su Govern se ha «dejado la piel» para atajar la crisis, ha asegurado, apuntándose por ejemplo logros como que Cataluña fuese «pionera» en la implantación del teletrabajo.
Torra ha recordado que su legislatura inició cuando todavía estaba vigente la aplicación del 155 y con las delegaciones extranjeras de la Generalitat cerradas debido a la suspensión de sus competencias autonómicas tras el desafío del referéndum ilegal del 1-O. En ese sentido, ha reivindicado que fue su Govern el que volvió a abrir las llamadas «embajadas catalanas» y además ha creado nuevas delegaciones, aprovechando para anunciar nuevas aperturas en Australia, Nueva Zelanda, Japón y Senegal.
Torra imagina la Cataluña «libre»
El presidente independentista ha insistido en que una Cataluña independiente de España haría aún mejor todas aquellas cosas que a su parecer ya hace bien. La cosmovisión de Torra se limita a fantasear con todos los superpoderes de los que se haría la comunidad autónoma de forma automática nada más ser declarada como una república al margen del reino español.
«Cuantas más herramientas tengamos a nuestro alcance, mejor. Cuanto más responsables de nuestros actos seamos, mejor. Cuantos más recursos tengamos, más efectivos. Cuanto más ágiles y resilientes podamos ser, mejor. Y siendo un país libre, tenemos más garantías», ha asegurado. En ese sentido, ha asegurado que no se puede valorar su gestión si se desliga de «la voluntad de ser un país libre y de la represión como mar de fondo».
Una presunta «represión» que no solo estuvo presente, a su juicio, durante el mandato de Mariano Rajoy, sino que también se ha extendido durante la gestión de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Así las cosas, ha lamentado que su legislatura estuviese marcada por «la represión incesante y la interferencia de los estamentos del Estado en la vida política de Cataluña», lo que no permite que la política catalana funcione con normalidad.
Unos pocos minutos después, sin embargo, Torra ha olvidado todas estas afirmaciones y ha asegurado que, si su legislatura será recordada por algo, será por ser la legislatura de la Covid-19. Y ha procedido a explicar todo lo que ha hecho su gobierno para frenar la pandemia.