Tezanos prepara un regalo a Sánchez para facilitar los pactos al PSOE

El presidente del CIS, José Félix Tezanos, nunca ha fallado a Pedro Sánchez. Cuando faltaba viento en cola, ahí estaba el CIS para encender el ventilador. El Centro de Investigaciones Sociológicas presenta este jueves, a las 12.30 horas, un sondeo particularmente pertinente, uno sobre las coaliciones de gobierno preferidas por los ciudadanos en ayuntamientos y comunidades. Difícil presentarlo en mejor momento, cuando los partidos intentan definir su esquema de pactos de cara a los próximos años.

La obsesión de Sánchez está clara: quiere adueñarse del centro político. Y para ello pretende jugar con dos barajas. Su instrucción al PSOE es alcanzar acuerdos territoriales con Podemos y con Ciudadanos porque entiende que ésa es la forma más elocuente de representar el centrismo, con pactos a izquierda y derecha. Y todo ello desde un Gobierno de España monocolor, acaso con presencia de independientes del gusto de Pablo Iglesias.

Sánchez tiene cartas de sobras para este doble juego, puesto que hay dirigentes de Podemos y de Ciudadanos dispuestos al pacto con el PSOE. En realidad, su mayor impedimento para completar el juego a dos barajas es el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que intenta atar en corto a todos sus líderes territoriales con una comisión nacional en su partido que supervisa los pactos por toda España.

Sánchez, Rivera y las encuestas

Sánchez conoce bien a Rivera. Sabe que es un líder que mira con lupa las encuestas y cree que el trabajo que va a presentar este jueves el CIS puede ser de gran ayuda. Al fin y al cabo, Tezanos ha recuperado crédito. Es cierto que cometió errores de bulto en las elecciones de Andalucía, pero también lo es que afinó con el resultado de las generales.

Quedan 15 días para que se constituyan los ayuntamientos y los gobiernos autonómicos y el PSOE confía en que el CIS ayude a levantar el cordón sanitario que Ciudadanos puso a los socialistas. En las últimas horas, numerosos dirigentes del PSOE han apelado al alma liberal de Ciudadanos para que evite los pactos con «la ultraderecha». El mensaje va a persistir porque está teniendo efectos; ya hay dirigentes de Ciudadanos que defienden alianzas con el PSOE.

Sólo han pasado cuatro días desde el 26-M, pero el esquema de bloques (izquierda y derecha) con el que se interpretaron los resultados ya no es el único posible. Manuela Carmena resume a la perfección la nueva situación creada: el domingo se despidió de la política a la vista de que PP, Ciudadanos y Vox sumaban mayoría; el miércoles había resucitado porque hay más juego del que parecía. Cosas semejantes ocurren en Barcelona, donde tampoco hay un solo esquema para interpretar las alianzas.

Mociones de censura

El escenario que dejan las elecciones es, de hecho, tan abierto que permite elucubrar con varios mandatos en uno. Los números salidos del 26-M son muy versátiles. Tan versátiles que permiten pensar en cambios de alcalde y de presidente sobre la marcha.

Si algo ha demostrado Pedro Sánchez es que una moción de censura planteada en el momento adecuado puede cambiar la situación política por completo. El líder del PSOE no venció a Mariano Rajoy en las urnas; lo echó con una moción en el Congreso. La maniobra ha quedado fijada en la clase política. «Vamos a ver cosas que no hemos visto», comentan los fontaneros

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