Societat Civil Catalana activa un segundo intento para reunirse con la ANC
La entidad contraria al "procés" urge a la ANC pactar un encuentro para enfriar el inminente "otoño caliente" en Cataluña
Segundo intento de Societat Civil Catalana (SCC). La asociación contraria al independentismo ha enviado otra carta a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) para concretar una reunión en la antesala del «otoño caliente» que se prevé en Cataluña. Entre los temas que propone la entidad en su agenda destaca «cómo evitar entre todos la apropiación absolutista de las palabras y la descalificación global del adversario».
El presidente de SCC, José Rosiñol, ya envió una petición formal de reunión el 27 de julio, pero la ANC puso como condición a la entidad que reclamara públicamente la libertad de su expresidente, Jordi Sànchez. «La primera condición para establecer este clima es la de recuperar la plena normalidad democrática y acabar con la vulneración de derechos fundamentales y la represión política», defendió la sucesora de Sànchez, Elisenda Paluzie.
Este viernes, la correspondencia llega a la puerta de la ANC, otra vez. En una misiva firmada por Rosiñol, SCC lamenta que la ANC declinara la propuesta «poniendo condiciones a un diálogo sincero y constructivo». La entidad explica que no tiene la capacidad de «dar indicaciones a la justicia y a los tribunales sobre los procesos en marcha», en respuesta a la demanda de pedir públicamente la liberación de Sànchez.
Ojo con el «otoño caliente», agrega indirectamente Rosiñol. «Todos tenemos la responsabilidad de parar cualquier espiral de enfrentamiento y de trabajar en favor de un ambiente de serenidad social y política», escribió. Y reafirmó su intención de «hablar de cómo garantizar entre todos un marco de discusión pública que posibilite un efectivo pluralismo en el seno de la sociedad catalana y devuelva a nuestra vida colectiva el clima de respeto que nunca debería haberse perdido».
SCC pide a la ANC una «no-colonización partidista» de las calles catalanas
SCC manifiesta que su intención es buscar un «consenso práctico» sobre los procedimientos de la discusión política e ideológica, en aras de alcanzar una «no-colonización partidista de los espacios compartidos», en alusión a la fiebre de los lazos amarillos y demás reivindicaciones independentistas en las vías públicas. La entidad aboga por el respeto a «las reglas de juego de la legalidad democrática».
«Nos gustaría hablar también de cómo evitar entre todos la apropiación absolutista de las palabras y la descalificación global del adversario, así como reivindicar los derechos y libertades fundamentales de todos los catalanes sin excepción», agrega Rosiñol, que a su vez advierte de que algunos sectores plantean una «agenda de tensión» para el otoño, que no ayudará a evitar «la conflictividad social» y «cualquier chispa de enfrentamiento civil».
Las invitaciones de SCC al diálogo también fueron denegadas en junio por Òmnium, que en cambio emplazó a la entidad a ir a la cárcel Soto del Real si quiere reunirse para bajar la tensión social.