Sánchez usa la caída del gobierno italiano para acorralar a Iglesias
La cúpula socialista considera que la única posibilidad de evitar una nueva convocatoria electoral pasa porque Pablo Iglesias renuncie a la coalición
Elecciones a la vista. A poco menos de treinta días para que el Rey firme la convocatoria de unos nuevos comicios, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, siguen en sus trece. Ahora los socialistas utilizan el ejemplo de la ruptura del gobierno italiano por la deriva populista de Matteo Salvini para decir no por enésima vez a un gobierno en coalición.
Ambas formaciones han transcurrido el mes de agosto en modo vacacional tras la fallida votación de investidura de Sánchez. Y son cada vez más los que creen que el toma y daca entre el líder del PSOE y Iglesias va a terminar en una nueva convocatoria electoral.
Pese a que en reiteradas ocasiones ambos líderes políticos reiteraron su voluntad de evitar llegar a septiembre en la situación en la que llegamos, en pocos días empezará el curso escolar y no el curso político, puesto que parece que ninguno de los centros de mando están dispuestos a abrir una negociación real.
Según una información que recoge El Mundo, fuentes próximas al presidente del Gobierno en funciones descartan la viabilidad de un Gobierno de coalición y advierten que la única posibilidad de evitar una nueba convocatoria electoral pasa por la renuncia de las expectativas de Unidas Podemos.
«La etapa de una posible coalición efectiva y estable ha pasado a otra vida. No es posible, quedó claro el último día de la sesión de investidura de julio. Unidas Podemos no garantiza un Gobierno viable, ni estable. No es posible por una cuestión de fondo, profunda, por razones históricas, por razones de Estado y por la actitud de los dirigentes de ese partido. Este es mi Gobierno, y este es el tuyo. Es un planteamiento inviable. Ahí está el ejemplo italiano, un Gobierno que ha durado 15 meses», apuntan.
Esta semana en el Podcast de La Plaza analizamos la gestión de los pactos de investidura por parte de Pedro Sánchez
Un gobierno de coalición PSOE-Podemos, inviable
Los socialistas consideran que sus argumentos contra el Gobierno de coalición quedan reforzados por algunas actuaciones de Unidas Podemos, en relación con la crisis del Open Arms –el partido de Iglesias ha pedido explicaciones y responsabilidades al socio con el que pretende negociar un Gobierno–.
Por ello desde el PSOE trasladan la responsabilidad de evitar unas nuevas elecciones a Pablo Iglesias: «La posibilidad de que haya Gobierno y se puedan evitar las elecciones está en manos de Pablo Iglesias. Se enfrenta a un dilema, y es él quien tiene la última palabra. O permite un Gobierno como el anterior, a través de un acuerdo programático PSOE-Unidas Podemos, con las suficientes garantías, o la situación política se resuelve en una nueva convocatoria electoral», aseguran fuentes gubernamentales.
¿Acuerdo ‘in extremis’ con Pablo Iglesias?
La cúpula socialista aprecia como inevitables las elecciones, aunque algunos colaboradores del presidente consideran que si Pablo Iglesias renuncia a la coalición aún existe un resquicio para evitar la convocatoria. «Iglesias podría renunciar in extremis y presentarse como el líder que salvó a España de la repetición electoral, es un relato que le funcionaría».
Lo que no le ha funcionado al PSOE es el intento de introducir alguna cuña de división en Unidas Podemos y sus confluencias. La exigencia de un Gobierno de coalición es compartida ahora -al menos públicamente- por todos los sectores del partido.
La brecha entre el PSOE y Unidas Podemos, lejos de estrecharse tras la investidura frustrada, se ha agrandado en ese mes. Y es que la desconfianza, admitida pública y expresamente sin demasiados paños calientes por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, es un escollo sobre el que no cabe negociación posible.
La desconfianza mutua no se puede resolver en una mesa llena de documentos. O se confía en el otro, o no. Y en este caso es que no. Pablo Iglesias no da señales de estar dispuesto a renunciar al Gobierno de coalición. «Lo que ni nosotras ni ninguna otra formación política puede aceptar es un trágala», asegura la dirección de Unidas Podemos en una carta enviada a sus bases.