Sánchez se abre al diálogo con Puigdemont y Torra (con matices)
El presidente del Gobierno en funciones señala en una carta a varios medios europeos que hablará con el separatismo "si abandona la vía unilateral"
Pedro Sánchez está abierto a dialogar con los líderes independentistas, Quim Torra y Carles Puigdemont, si el separatismo «abandona definitivamente la vía unilateral» y vuelve «a la Constitución» y a «respetar la ley».
Esta es la nueva postura que mantiene el presidente del Gobierno en funciones después de haber evitado cualquier tipo de contacto -llamada telefónica incluida- con el presidente catalán, Quim Torra. Sánchez matiza, en una carta difundida este jueves por varios medios europeos, que estará dispuesto a hablar y escuchar «sin amenazas y sin descalificaciones».
En la misiva, titulada ‘Cataluña, España, Europa: mejor unidos’, Sánchez considera que «la Europa que admiramos se ha forjado frente a los nacionalismos excluyentes», y extiende el «desafío» del separatismo «a Europa y a los europeos». A su juicio, la imagen de Cataluña se asocia ahora «a un contexto de crisis profunda», causado «por la ruptura unilateral del orden constitucional que los políticos separatistas llevaron a cabo», en referencia a la celebración del referéndum del 1-O.
«Ningún Estado contempla la vía unilateral de la secesión de uno de sus territorios en su ordenamiento constitucional», indica Sánchez en la tribuna, que será publicada en España por el diario El País. El líder socialista ha criticado también la hoja de ruta del secesionismo catalán, del que señala que se ha alimentado de «una red de mentiras». «No estoy dispuesto a que un rebrote de nacionalismo extremo en Cataluña cuestione, desde una falsa narrativa repleta de mentiras, los logros de la democracia española», indica.
Diálogo con Torra, el «separatista radical»
Sobre las declaraciones de Torra, con vídeo incluido recreando cómo el presidente de la Generalitat trató de hablar por teléfono con Sánchez sin éxito, además de las peticiones de otras formaciones -el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, reclamó al líder socialista «empatía y diálogo»-, el candidato del PSOE a las elecciones del 10-N ha argumentado que nunca «se ha negado» al diálogo si este «se articula» en un marco constitucional y amparado por la ley.
En este sentido, Sánchez manda un doble mensaje sobre Torra. Por un lado, lo califica como un «separatista radical», algo que se alejaría de esa defensa de la Constitución que demanda el presidente en funciones. Por otra parte, explica que ese apelativo no impide al presidente del Govern su libertad de expresión, siempre y cuando «no promueva acciones que constituyan delitos».
El candidato por el PSOE, al que las encuestas vuelven a dar como ganador de las elecciones, se vanagloria en la carta de que su Gobierno «se ha distinguido por llevar a la primera línea de sus prioridades la ampliación» de libertades y derechos. Y concluye afirmando que «no consentiría una privación de la libertad de expresión».
Sánchez también da explicaciones sobre la polémica que han generado sus declaraciones en torno a la relación del Ejecutivo y la Fiscalía, en las que aseguraba que ésta última dependía del Gobierno.
«No se puede cuestionar el funcionamiento de un Poder Judicial independiente en España, cuyo ordenamiento descansa en el principio de separación de poderes», ha matizado.
La templanza, la «fortaleza» del PSOE
Sobre los disturbios generados en Cataluña tras la publicación de la sentencia del ‘procés’, el presidente en funciones presume de gestión. «Mi Gobierno ha respondido a este desafío con proporcionalidad y control. Creo que la templanza es nuestra fortaleza», considera.
En cualquier caso, censura la instrumentalización de los actos violentos y critica que líderes independentistas como Torra o la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzie, hayan manifestado que «la violencia puede ser necesaria para que su causa adquiera una mayor visibilidad». Es, por ello, que Sánchez ha pedido una vez más la condena a la violencia del separatismo.
«Sé que hay heridas abiertas, que hay dolor, que hay frustración. A pesar de ello, hay una oportunidad para la esperanza y para el diálogo», concluye.