Sánchez renuncia a reestructurar el Gobierno para no ir a elecciones
A pesar del recelo de los empresarios a Iglesias, el Gobierno descarta la reestructuración que "supondría la convocatoria de elecciones que nadie quiere"
Este domingo se cumplen 3 meses desde que Pedro Sánchez decretaba el estado de alarma en España centrado en la emergencia sanitaria, con un Gobierno recién estrenado y una crisis sin precedentes por llegar.
Después, se han sucedido semanas de excepcionalidad en todos los ámbitos, que han llevado a situaciones límite al Ejecutivo. Éste ha pasado del fugaz pacto con Bildu hasta el enfrentamiento del ministro del Interior con la Guardia Civil. Ahora, a tan solo una semana de finalizar el estado de alarma, la Moncloa vuelve a evaluar la situación, sin perder de vista la situación económica y laboral que la pandemia deja a su paso.
Fuentes del Gobierno admiten que el vicepresidente Pablo Iglesias sigue despertando recelo en los empresarios e insisten en que es una dificultad añadida en la gestión de la grave crisis que ya se está haciendo notar.
Por ello, algunos círculos socialistas especulan acerca de un posible recorte en el Gobierno, según apuntan a El Mundo. Esto ayudaría, según las fuentes, “para dar ejemplo si en los próximos meses fueran necesarias medidas de austeridad para recibir los fondos europeos”.
Sin embargo, esa posibilidad todavía no se vislumbra desde el Ejecutivo: “el presidente y Pablo Iglesias son muy conscientes que la ruptura de la coalición supondría la convocatoria de elecciones, y eso no lo quiere nadie. Iglesias está encantado de ser vicepresidente y mantener de vez en cuando un estilo poco institucional y Pedro se ha acomodado a la situación. Ambos se necesitan. El presidente sabe que sin ellos no puede haber legislatura”, añaden desde la Moncloa.
Los tropiezos del Ejecutivo durante la crisis
De esta manera, rechaza el Gobierno de plano la posibilidad de que Sánchez proceda a una reestructuración del Gobierno, a pesar de las diferencias en el estilo de hacer política y en las propuestas de fondo. Y es que las diferencias son habituales entre ambos lados del poder.
Un día discrepan sobre la Monarquía y el otro sobre la desmilitarización de la Guardia Civil. Mientras el PSOE está encantado de sentarse con Ciudadanos, Unidas Podemos trata de mantener el pacto de investidura con ERC, y EH Bildu.
Estas fuentes también aseguran que la cohesión entre los bandos del Gobierno ha salido reforzada. Después de “vivir esta crisis en soledad y con momentos durísimos porque nos ha pasado de todo, podemos decir que el Gobierno de coalición sale vivo, hemos vivido al límite, nos hemos paseado al borde del abismo y eso ha reforzado la cohesión. Creo que estamos preparados para aguantar lo que nos echen”, añaden.
A pesar de que en los últimos 90 días, Sánchez ha sido acusado de ejercer el poder de forma autoritaria, el Gobierno asegura que en la recta final se ha relajado la tensión institucional con las comunidades, a las que pasan el testigo de la desescalada.
Con las autonomías se reunirá este domingo el presidente en la decimocuarta conferencia, en la víspera del paso de Galicia a la nueva normalidad y de la extensión al 70% de la población de las medidas de la fase 3 de desconfinamiento, la última del proceso.