Sánchez para los pies a Iglesias en la negociación de los presupuestos
El presidente advierte al líder de Podemos que "en nombre del Gobierno negocia el Gobierno"
El inusitado protagonismo mediático adquirido por Pablo Iglesias, en la negociación de los presupuestos generales del Estado después de trascender que este viernes se reunirá con el líder de ERC, Oriol Junqueras, en la prisión de Lledoners, ha acabado por poner en guardia al Gobierno tras el malestar en las filas socialistas.
El mismo presidente Pedro Sánchez ha tenido que salir al paso para dejar claro que es el Gobierno, y no Iglesias, quien negociará con los partidos independentistas su eventual apoyo a las cuentas. «Agradezco al señor Iglesias el apoyo a esta propuesta presupuestaria, pero la negociación en nombre del Gobierno la hace el Gobierno», dijo Sánchez en una rueda de prensa en Bruselas.
La idea de que el líder de Podemos asumiera cierto protagonismo en la interlocución con Junqueras no era mal vista inicialmente en la Moncloa, porque permitía al presidente zafarse de críticas y fotografias indeseadas. De hecho, Iglesias explicó que había informado a Sánchez de la visita a Lledoners.
Críticas de PP y Cs; recelos de la Generalitat
Pero, después de que el líder de Podemos anunciara su cita con Junqueras y que también tiene previsto reunirse la semana que viene con el portavoz en el Congreso del Pdecat, Carles Campuzano, los reproches arreciaron desde el PP y Cs, que acusaron al ejecutivo socialista de delegar en Podemos y de convertir a Iglesias en un vicepresidente de facto. En la Generalitat la iniciativa tampoco fue bien recibida.
El líder del partido naranja, Albert Rivera, calificó de «humillación» que las cuentas dependan de «un vis a vis», dijo, entre los líderes de Podemos y ERC en Lledoners, y el excoordinador general de los populares, Fernando Martínez Maíllo, calificó la cita de «surrealista» y de «anomalía democrática». «Al final vamos a tener que hacer las sesiones de control a Pablo Iglesias porque realmente es el que dirige la política española», dijo, según informa EFE.
Antes de que Sánchez desautorizara a Iglesias como negociador en su nombre, varios de sus ministros ya lo habían hecho. El de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, lo dejó claro el mismo miércoles, cuando advirtió que el líder de la formación violeta estaba en su derecho de verse con Junqueras, pero que «no va a hablar de los presupuestos en nombre del Gobierno».