Sánchez emula a Zapatero y tira de optimismo económico para el 10-N
El Ejecutivo reduce al 2,1% su estimación de PIB para este año, una décima más de lo que crecía la economía española en el segundo trimestre
Pedro Sánchez está heredando la estrategia de negación del PSOE de las voces de alarma sobre la economía que en el pasado utilizó José Luis Rodríguez Zapatero. Con el apoyo de su ministro de Economía -esta misma semana Nadia Calviño en un acto público se refirió a «sus» objetivos para los próximos años, con unas palabras que podían anticipar que repetirá cartera-, sigue echando balones fuera sobre las incertidumbres económicas que las que cada vez más entidades advierten. Funcas, la CEOE o el servicio de estudios de BBVA ya han señalado que la economía española está echando el freno y no sólo por razones externas, como el brexit o la guerra comercial.
Sin embargo, Sánchez y Calviño mantienen otra postura, que es la que reflejaron este lunes en el Plan Presupuestario para 2020 remitido a la Comisión Europea. El Ejecutivo revisó una décima su estimación de crecimiento del PIB para este año, hasta el 2,1%. «Esta modificación se debe casi en su totalidad a la revisión estadística de la Contabilidad Nacional Anual realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE)», señaló Economía.
Teniendo en cuenta que la economía española cerró el segundo trimestre creciendo a un ritmo del 2%, según el INE, la estimación del gobierno anticiparía una ligera aceleración hasta finales de año. Con ella, cuadra el objetivo de déficit comprometido con Bruselas, que contempla cerrar 2019 con una desfase de solo el 2%, pero cumplimiento ya se comprobará una vez pasen las elecciones generales.
El INE, en septiembre, aplicó un cambio de metodología estadística, que alteró las cifras históricas del PIB y que ha provocado varias revisiones de las estimaciones económicas; además de las de Funcas o BBVA, la del Banco de España, que ajustó hasta el 2% sus previsiones de crecimiento del PIB para 2019 tras el cambio estadístico.
Revisión económica en precampaña
Al Ejecutivo no ha debido caerle bien el momento elegido por el INE para el replanteamiento del modelo, porque coincide con la precampaña electoral y porque alienta el debate económico, que Sánchez parece evitar de cara al 10-N. Calviño, además, ha encontrado en la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) un aliado en esta ocasión (otras veces se ha mostrado crítica con ciertas políticas socialistas). Además de validar el escenario macroeconómico presentado por el ministerio, ha sido dura con el INE.
En un comunicado, la AiREF apuntaba que «es preciso señalar que su difusión (la del recálculo de la contabilidad nacional) no satisface plenamente dos principios básicos en la operativa de cualquier productor estadístico: la orientación hacia el usuario y la transparencia en la comunicación». «La proximidad de la publicación de los datos de esta revisión estadística a la elaboración del Plan Presupuestario que el Gobierno debe enviar a las autoridades comunitarias supone una dificultad añadida a la hora de elaborar las previsiones macroeconómicas de base», añadía.
El INE defiende la validez de todo el proceso.
Sánchez y su llamada a más de 11 millones de votos
Se anticipaba que el Plan Presupuestario para 2020 podría dejar entrever parte del programa socialista de cara a las elecciones del 10-N, pero, por ahora, se ha quedado con solo una parte de los conocidos como «viernes sociales», en los que el consejo de Ministros anunciaba medidas de gasto. El Ejecutivo, no obstante, ha elegido dos medidas muy importantes en votos: la subida de las pensiones y el incremento de los salarios de los funcionarios en un 2%. Son dos colectivos que representan más de 11 millones de posibles apoyos.
Concretamente, el plan recoge una mejora del 0,9% para las pensiones el próximo año y de al menos el 2% para los funcionarios, en 2020. Otras promesas, como por ejemplo devolver cotizaciones a los parados durante la crisis, ya se han quedado en el tintero.