Sánchez, harto de Iglesias, se encierra con su gurú para un plan B
Iglesias irrita a Sánchez con la consulta en Unidas Podemos sobre la formación de Gobierno. Redondo se da diez días para diseñar un plan B de investidura
Se acerca la sesión de investidura y la tensión entre el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, va en aumento. El desacuerdo de los líderes genera incertidumbre y una creciente sensación de repetición electoral. Dos meses y medio después de los comicios generales, Sánchez no cede en su negativa de dar un ministerio al líder de Podemos y éste siembra dudas sobre su apoyo a los socialistas.
Iglesias ha consultado a las bases el sentido de la investidura, un nuevo movimiento en el tablero que ha generado, primero, la división de las bases y, a continuación, la animadversión entre los socialistas por los tempos que se manejan.
La consulta a las bases finaliza el próximo viernes, cuatro días antes del citado inicio del debate de investidura –fijado para el próximo 22 de julio–, y cuyo impacto puede influir en el porvenir de las negociaciones.
Por ello, Sánchez y su estratega jefe, Iván Redondo, planean reconducir la situación a su favor en el plazo de diez días, aunque si no lo consiguen se abre un nuevo escenario tras el parón veraniego.
El último movimiento de Sánchez fue abrirse a la incorporación de militantes de Unidas Podemos o sus confluencias en un par de carteras ministeriales, bajo la condición de que fueran perfiles más técnicos que políticos y en ningún caso el propio Iglesias o dirigentes de peso de la formación morada.
Pero tras la reacción del líder de Unidas Podemos, la portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, asumió el viernes que dicha propuesta siguió encontrando la negativa por respuesta. “El presidente ha hablado incluso de la incorporación de personas con determinados perfiles a su gobierno, pero también esto aparentemente ha sido rechazado”, admitió Celaá.
Los socialistas recibieron con enfado el anuncio por sorpresa de la consulta de Iglesias a sus bases ya activada ayer. Apuntan que Sánchez no fue previamente informado, pese a que la víspera mantuvo una conversación telefónica con Iglesias. La formación de Sánchez opta por el veto absoluto a que el líder de Unidas Podemos pueda tener asiento en el Consejo de Ministros.
La consulta incómoda de Podemos
Incluso un sector de Unidas Podemos, encabezado por la coordinadora de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, critica la gesta de Iglesias. La dirigente ha comunicado que no participará en la consulta: «Las opciones son abiertamente tendenciosas. La pregunta debería ser: pacto de gobierno con el PSOE sí, no o abstención, y dar los detalles del pacto que se somete a consulta», criticó.
Según la coordinadora, la consulta –que cuestiona a las bases si deben hacer presidente a Pedro Sánchez en un gobierno de coalición con representación en función al número de escaños o subordinado al Gobierno– se olvida de otras opciones posibles, un hecho que han calificado de «insulto a la inteligencia que denota falta de confianza».
A la vista de la situación –que algunos califican ya de “muy cruda” para lograr la investidura–, Sánchez prepara nuevos movimientos que se desvelarán en los próximos días. Este fin de semana, el líder socialista analizará con Redondo el camino a seguir. La posición es que Sánchez tiene en estudio “todos los escenarios posibles”.
Y la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, advirtió el viernes de que eso significa que se está planteando “absolutamente todo”.
Borrell niega que el PSOE quiera repetir elecciones
El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, por su parte, ha negado este sábado que el PSOE quiera repetir elecciones a pesar de que las encuestas auguren que podrían ampliar su mayoría.
«El país no está para volver a repetir elecciones. Los que dicen que en el PSOE jugamos con esto, se equivocan absolutamente. Somos perfectamente conscientes de que el país necesita un Gobierno cuanto antes», ha afirmado.
Ha sido durante la clausura de la escuela de verano del PSC, en Barcelona, en la que también ha intervenido el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, y el máximo dirigente del partido en la capital catalana, Jaume Collboni. En el público estaba la presidenta del PSOE, Cristina Narbona.
Borrell ha urgido a sellar un acuerdo que permita la reelección de Sánchez como presidente porque «el país no se puede permitir más tiempo», ya que «un gobierno en funciones funciona, pero no del todo».
Al margen de la polémica sobre la investidura de Sánchez, y según unas declaraciones recogidas por EFE, el ministro en funciones ha lamentado la «campaña de desprestigio terrible» que están desempeñando los independentistas catalanes a nivel internacional contra su «humilde persona» desde que fue propuesto como máximo representante de la diplomacia europea.