Sánchez comprometió 587 millones para cumplir el sueño de Pedro Duque
Estando en funciones y en vísperas de elecciones, el Gobierno multiplicó su aportación a la Agencia Espacial Europea, que ahora espera dirigir Pedro Duque
El gran sueño de Pedro Duque está más cerca. El Gobierno lanzó este jueves de manera oficial su candidatura para convertir al ministro de Ciencia en director de la Agencia Espacial Europea (ESA) después de haber volcado energías y presupuesto para allanar su camino. Hasta 587 millones extras ha aportado el gobierno de Pedro Sánchez a la ESA para mostrar su compromiso con los proyectos espaciales de la agencia.
Algunas fuentes consultadas son claras respecto a la secuencia de esta candidatura de Duque para dirigir la ESA: «El paso por el ministerio de Ciencia fue un escalón intermedio y necesario para poder aspirar a la dirección de la Agencia Espacial Europea».
Dicho de otra forma, el astronauta aceptó la oferta de ministro como catapulta para hacerse con la dirección de la ESA y, entre medio, Sánchez multiplicó los recursos económicos que el Gobierno de España destina a la agencia. A cambio, incorporó a un hombre mediático y singular por su oficio de tripulante de aeronaves.
El Gobierno, y el propio Duque, han preparado a conciencia la candidatura lanzada ayer, jueves. «El Gobierno considera que sería un honor que un español dirigiera por primera vez la Agencia Espacial Europea. Esta candidatura va en línea con la apuesta decidida de este Gobierno por la Ciencia y la Innovación como pilares para la reconstrucción económica», anunció Moncloa después de meses de maniobras.
El 8 de noviembre de 2019, estando el gobierno de Sánchez en funciones y en vísperas de las elecciones generales, el Consejo de Ministros aprobó una millonaria aportación extra para la ESA con el argumento de que España había invertido en los últimos periodos «muy por debajo del resto de países líderes en el sector espacial y por debajo del peso económico relativo de España en la organización conforme a su PIB».
Un aumento de la aportación del 21%
A partir de esta explicación, el Gobierno aprobó un acuerdo para incrementar en 586,7 millones de euros la aportación de España a la ESA en el período 2020-2026. Así, el total destinado se elevó hasta los 1.543 millones de euros de un plumazo y la aportación anual media de España a la ESA pasó a casi 260 millones de euros (frente a los 202 millones anteriores). Es decir, un repentino aumento anual del 21%.
El súbito compromiso aeroespacial del Gobierno contrasta con otras cifras más modestas en el campo de I+D+i (investigación, desarrollo e innovación). Basta fijarse en el proyecto de presupuestos de 2019, que no llegó a prosperar en el Congreso, y que tan solo contemplaba un aumento del 5,6% en I+D+i respecto a los presupuestos de 2018.
Vale también la pena fijarse en años no tan lejanos. En 2013, España ocupaba el décimosegundo entre los 22 países que financian la ESA y su aportación anual era de 83 millones de euros para los programas opcionales. Hoy, España está bastante más implicada en el proyecto espacial europeo, tal y como demuestra esta tabla, que refleja las aportaciones previstas de los países en los años 2020, 2021 y 2022:
Contribuciones por país a la ESA en el período 2020-22 | Fuente: ESA
Está claro que el aumento presupuestario del Gobierno destinado al sector espacial servirá de carta de presentación a Duque para demostrar sus capacidades políticas, uno de los requisitos que la ESA tiene en cuenta para nombrar a su director.
No hay duda de que Pedro Duque ha preparado meticulosamente su carrera para dirigir la ESA, puesto que el perfil demandado para convertirse en su director general premia la experiencia en los ámbitos político, técnico, científico, económico y administrativo. En este sentido, la ESA aprecia particularmente haber ocupado «puestos de alto nivel en organizaciones públicas, semipúblicas o privadas». Dicho a las claras: es perfecto haber sido ministro.
El perfil de director que busca la agencia europea también aprecia, claro, la experiencia en asuntos relacionados con el espacio así como un buen conocimiento del papel de la Unión Europea en asuntos espaciales. Y no menos importante, también valora «un apoyo a la candidatura por parte de una delegación de un Estado. «Será una ventaja», dicen las bases. Duque ya tiene en el bolsillo el de España.
En suma, el ministro de Ciencia tiene buenas cartas para luchar por el puesto, aunque deberá medirse a otros como el extitular de Economía de Luxemburgo Etienne Schneider y el expresidente de la Agencia Espacial Italiana Roberto Battiston.
Cabe recordar que Duque entró a formar parte de la ESA en 1992 tras superar las pruebas para convertirse en astronauta. Posteriormente, y antes de su entrada en el Gobierno, desarrolló toda su carrera profesional en esta agencia europea y en la industria del sector, ocupando diversos cargos de responsabilidad.