Sánchez amordaza a los barones del PSOE
Los cambios implantados por Sánchez en el PSOE bloquean el Comité Federal. No lo piensa convocar para evitar las críticas de los barones al pacto con ERC
Los barones del PSOE se encuentran atados de manos ante las negociaciones que a día de hoy hace su presidente Pedro Sánchez. No se les ha informado de qué renuncias está dispuesto a hacer su partido para que Esquerra Republicana, con su líder Oriol Junqueras en prisión por sedición y malversación, conceda su abstención para la investidura. También ignoran qué carteras corresponderán al mismo partido de Unidas Podemos, de cuyo peligro se les había advertido unas semanas antes.
Sánchez abrió camino a sus planes con una simple consulta a las bases, en la que cien mil militantes socialistas dijeron sí a un acuerdo cuyos términos todavía hoy desconocen. Así lo apunta el periódico El Mundo este domingo.
Antes de las reformas que el PSOE aprobó en su partido en febrero de 2018 con Sánchez al mando, el líder del partido estaba limitado por unas garantías y unos procedimientos. Los socialistas veteranos hablan de eternos comités federales donde se discutía con vehemencia. Tras los cambios, el PSOE se ha tornado un partido de militancia y no necesita que el Comité Federal —máximo organismo del partido entre congresos—, haga una reflexión sobre las cuestiones importantes.
El Comité Federal solía ser el lugar donde las voces disconformes expresaban sus ideas y podían llegar a frenar pactos como el de Sánchez con los independentistas. Sin embargo, los efectos de esa reforma del reglamento les quitó las competencias clave a los barones para dárselas a la Ejecutiva y a los militantes.
Desde febrero de 2018, el organismo ha sido convocado únicamente en cuatro ocasiones, y todas para trámites internos: refrendar la moción de censura (mayo de 2018), ratificar las candidaturas autonómicas, locales y europeas (noviembre de 2018) y prepararse para las elecciones generales (marzo y septiembre de 2019). Sánchez podría reunir al Comité Federal para pedir opinión a todos los miembros del partido, sin embargo, no entra en sus planes. Y el resultado es un partido donde el plebiscito ha sustituido a la deliberación y a la negociación.
La respuesta de los barones ante la independencia de sánchez
El plan que tiene ahora Pedro Sánchez es mucho más controvertido que el que motivó la crisis del PSOE en 2016. Sin embargo, el partido está sumido en un gran silencio en el que solo se ha escuchado algunos comentarios de barones como García-Page, Javier Lambán o el jubilado extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
Susana Díaz confirmó que el aparato había sido desmantelado cuando, después de votar en la consulta, quiso expiar sus culpas: «Es la única alternativa de Gobierno que tiene este país, un Gobierno progresista de izquierdas, que abra una puerta de esperanza a la gente».
El partido de Unidas Podemos es otro ejemplo de partido que decide por plebiscito y tiene una gran fuerza de coacción de la asamblea. Pablo Iglesias ha resuelto la mayoría de sus crisis de liderazgo mediante el plebiscito. Su consulta con más participación se dio tras conocerse su mudanza junto a Irene Montero a un chalé en Galapagar, donde le preguntó a los inscritos de la formación: «¿Consideras que Pablo Iglesias e Irene Montero deben seguir al frente de la secretaría general de Podemos y de la portavocía parlamentaria?».