Sánchez allana el terreno para hacer ministro a Iglesias
El PSOE abre la puerta a incorporar a miembros de Podemos al Gobierno, aunque rechaza hablar de "gobierno de coalición"
El lenguaje eufemístico es un clásico en política. ¿Recuerdan, por citar un ejemplo reciente, aquel mediador exigido por la Generalitat para proseguir sus conversaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez y al que este prefería referirse con el término “relator”? ¿O, yendo un poco más allá, aquellos recortes que para el ejecutivo de Mariano Rajoy no eran tal, sino “ajustes estructurales”? Pues este jueves, José Luis Ábalos decidió que un gobierno del PSOE que incorpore ministros de otro partido no tiene por qué ser un gobierno de coalición.
El secretario de organización del PSOE abrió este jueves la puerta públicamente a la integración de Podemos en el Gobierno de Sánchez, pero consideró que la expresión suena a alianza demasiado íntima, así que no era la más apropiada para definir un ejecutivo con miembros de la formación que encabeza Pablo Iglesias. Pese a que la RAE diga que una coalición es «unión transitoria de personas, grupos políticos o países con un interés determinado” y esa definición encaje como un guante en la fórmula que él estaba planteando.
“El término coalición no nos gusta”, argumentó Ábalos en Antena 3. “Podríamos en un momento dado plantearnos la incorporación de miembros de otras formaciones, en este caso de Podemos, pero no bajo la fórmula de la coalición”. Primero, porque “desde una perspectiva de modelo, no cabe hablar de gobierno de coalición, porque ahí entran otras significaciones que no compartimos”, según alegó horas más tarde.
Los argumentos de Ábalos y Sánchez
Segundo, añadió, porque esa opción no tendría sentido al no sumar los dos partidos mayoría absoluta y depender igualmente de los apoyos de terceros que podrían echarse atrás en caso de que Sánchez formara una coalición de gobierno con Iglesias.
De hecho, en el mismo programa, la portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas, advirtió a Ábalos de que su formación no dará apoyo a los socialistas en caso de que lleguen a un acuerdo de gobierno con Podemos. Claro que Oramas extendió el veto a un pacto de gobernabilidad con los de Iglesias que no incluyera carteras ministeriales, una opción, esa sí, que el PSOE siempre ha contemplado.
El propio Ábalos reiteró que los socialistas consideran “un socio programático prioritario” a Podemos, que desde las elecciones generales del 28 de abril ha insistido en integrarse en un gobierno a dos, aunque tras los malos resultados obtenidos el 26-A ha suavizado sus exigencias a Sánchez.
Sánchez y la encuesta oportuna
Y, como en política, tan importante como el manejo del eufemismo es el don de la oportunidad, el PSOE escogió para abrir la puerta a dar carteras ministeriales a la formación morada la misma mañana en la que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) difundió los resultados de una encuesta efectuada tras el 28-A y en la que la de los socialistas y Podemos es la combinación preferida para un gobierno de coalición.
El 45,2% de los encuestados en el barómetro prefiere una coalición de gobierno, mientras que el 38,2% aboga por que Sánchez gobierne en solitario. Y, de entre los primeros, la mitad se decanta por un pacto con Iglesias (el 34,1% plantea que se haga sin buscar el apoyo de grupos independentistas, y otro 16,1, contando con estos), mientras que solo el 24,5% prefiere una coalición entre PSOE y Cs.
Si los resultados se acotan a los votantes del PSOE, la preferencia por un gobierno en solitario aumenta hasta el 56,2%. Pero de entre el 36,7% que prefiere un gobierno de coalición, el 53,1%¿Y qué dicen los votantes del PSOE, que es quien tiene que decidir con quién pacta? Pues el 56,2% de ellos aboga porque Sánchez gobierne en solitario, mientras que el 36,7% prefiere en cambio que llegue a un acuerdo de coalición. Y, de estos últimos, el 60,2% prefiere que sea con Podemos.
Por lo que no pregunta el CIS es por esa peculiar fórmula propuesta hoy por Ábalos de incorporar ministros de otras formaciones sin que eso comporte la existencia de una coalición. Tal vez en el próximo barómetro, ahora que ya está inventada.