Sáenz de Santamaría asegura que no se moverá nada hasta el 2 de octubre
La vicepresidenta del Gobierno reclama “sosiego y desaceleración” a Puigdemont, desde el convencimiento de que hasta el 2 de octubre no se podrá dialogar
“Sosiego y desaceleración”. Es lo que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha reclamado al Gobierno catalán que preside Carles Puigdemont, desde el convencimiento de que no habrá ningún avance ni se podrá abordar ningún diálogo hasta el 2 de octubre, un día después al señalado por Puigdemont para celebrar un referéndum que el Gobierno español está dispuesto a impedir.
Sáenz de Santamaría ha presentado este lunes el libro de José María Lassalle, secretario de estado de Agenda Digital, Contra el populismo (Debate), junto al director de La Vanguardia, Màrius Carol. La vicepresidenta, que ha abordado el fenómeno de los populismos en Europa, con una incidencia especial en España, con la aparición de Podemos, ha insistido en que ahora “es imposible” llegar a ningún acuerdo sobre el llamado problema catalán y su encaje en España.
Sáenz de Santamaría asegura que ahora el diálogo es imposible
“Es un momento de aceleración, donde todo tiene fecha de caducidad, donde todo son plazos que cumplir, y lo que pido es sosiego, calma y desaceleración. Mucha gente está pensando en el 2 de octubre, y ahí estaremos”, ha afirmado la vicepresidenta. Ese mensaje constata la posición del Gobierno, que ha llegado a la conclusión de que el 1 de octubre se puede convertir en una gran protesta, pero sin que se llegue a celebrar el referéndum.
El Gobierno que preside Mariano Rajoy entiende que el proceso soberanista no va a más, que, lejos de lograr ensanchar las bases del independentismo, como pretendía el movimiento soberanista, el momento conduce a un estancamiento. Y que no le queda otra que esperar, y buscar que los “ánimos se serenen”, como ha explicado Sáenz de Santamaría en el acto de presentación del libro de Lassalle en el Colegio de Periodistas de Cataluña.
La vicepresidenta del Gobierno ha insistido en que se puede encontrar un acuerdo con Cataluña, y que no necesariamente debe pasar por una reforma de la Constitución. “Puede ser una reforma constitucional, pero también hay otras maneras y salidas si, de verdad, hay voluntad de diálogo. Lo que no puede ser es que se tomen atajos para incumplir la ley porque se entiende que no tienen mayoría”, ha asegurado.
El Gobierno espera que las cosas se reconduzcan cuando, tras el 1 de octubre, el referéndum no se pueda celebrar
Esa es la posición del Gobierno, que irá tomando decisiones en función de las que tome el gobierno catalán sobre el referéndum.
Lassalle había abierto el camino para la reflexión sobre la situación en Cataluña, al afirmar que se ha convertido “en un laboratorio temprano del populismo”. A su juicio, el problema se inició “cuando el nacionalismo moderado se desbordó”, en alusión a la responsabilidad en el proceso soberanista de CiU, una coalición, que ya no existe, ni tampoco los dos partidos que la conformaban.
Soraya Sáenz de Santamaría ha contado con el apoyo de todo su sector en el Gobierno, con el ministro de Energía, Álvaro Nadal; el exministro Alfonso Alonso; el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, o el secretario general del PP, Santi Rodríguez, además de otros diputados.