Rivera se ofrece a Rajoy para negociar ya los presupuestos
Ciudadanos se mantiene en la abstención y se conjura con el PP para inyectar toda la presión al PSOE, después de lograr que Convergència se quede sin grupo propio
Albert Rivera quiere avanzar, cuanto antes. El líder de Ciudadanos se entrevista este miércoles con Mariano Rajoy, con dos fijaciones: máxima colaboración, con el ofrecimiento de negociar desde ahora mismo los presupuestos de 2017, pero desde la convicción de que su partido ya ha hecho el esfuerzo necesario para facilitar la investidura y que pasa por una abstención, pero «en ningún caso» por el voto a favor del presidente del PP.
Ciudadanos quiere colaborar. Así se lo transmitirá Rivera a Rajoy. Los dos dirigentes se han conjurado para inyectar toda la presión al PSOE, al entender que está en manos de los socialistas que se vaya o no a unas terceras elecciones generales. Los dirigentes de Ciudadanos sostienen que Rajoy acertó este martes al insistir en que sólo Pedro Sánchez tiene en su mano poner en marcha esta legislatura, y que eso pasa por la abstención del PSOE: «No hay otra posibilidad, y eso lo sabe Rajoy, como él mismo lo explicitó, y también Pedro Sánchez».
Las necesidades vitales de Ciudadanos
¿Pero qué puede hacer más Ciudadanos? ¿Le afectaría como partido un sí a Rajoy? La respuesta es que sería determinante para el futuro del partido naranja. Para poder bascular, para poder defender y apoyar determinadas medidas y proyectos legislativos, Ciudadanos necesita al PSOE tanto como al PP. Y quedarse atado al partido de Rajoy –marcado por los casos de corrupción– marcaría a Ciudadanos, restándole capacidad de maniobra.
Esa es la reflexión central que lleva realizando la cúpula de Ciudadanos desde las elecciones del 26 de junio. Y la quiere defender hasta el final.
Compromiso con los retos económicos
Pero otra cosa es el compromiso con los retos de España. Rivera ofrecerá a Rajoy este miércoles la colaboración para elaborar los presupuestos, con la idea de que se formen dos equipos de negociadores –de forma bilateral– y se comience a trabajar para cumplir con las fechas previstas y con los compromisos que ha exigido la Comisión Europea.
Eso pasa por aprobar el techo de gasto de los presupuestos en la tercera semana de agosto y aprobarlos en el consejo de ministros de finales de agosto o en la primera semana de septiembre. Rajoy se ha comprometido a enviar el horizonte económico de España hasta 2018 el 15 de octubre. Y Bruselas lo espera con la amenaza de congelar determinadas inversiones de los fondos europeos.
Ciudadanos también prepara un paquete de medidas sobre regeneración democrática que quiere sacar adelante, negociándolas con el PP y el PSOE. Pero sin un nuevo Gobierno, todo quedará en agua de borrajas.
Rajoy insiste en presentarse con 169 diputados
Rajoy es consciente de la posición de Ciudadanos. Pero pretende arrancar a Rivera un sí con el que pueda ir a la investidura con 169 diputados. Ello le facilitaría, casi de forma automática, la abstención del PSOE, con lo que sería presidente del Gobierno de forma holgada. Aunque posteriormente tuviera que gobernar con sólo 137 diputados, lo que desea Rajoy es un buen comienzo.
Ahora bien, Rajoy se resiste a fijar la fecha del debate de investidura. Y ha dado indicaciones a su amiga Ana Pastor, presidenta del Congreso, para que no se precipite. Eso ha causado perplejidad en toda la oposición. Preguntada en la Junta de portavoces por la fecha del debate, Pastor eludió asegurar que lo hará, con lo que deja toda la investidura en el aire, y la posibilidad de que Rajoy no se presente si, efectivamente, no ha atado todos los apoyos necesarios.
El caso es que el calendario aprieta. Para cumplir con todos los compromisos de España de carácter económico, con unos presupuestos ya ultimados, Rajoy debería ser investido como muy tarde el 26 de agosto. Sin embargo, la Mesa del Congreso no da señales de acelerar ese proceso.
El factor Convergència
Ciudadanos, en todo caso, está logrando importantes avances. Lo que ocurrió este martes en la Mesa del Congreso, con la abstención del PP, no fue una casualidad. Convergència se quedó sin grupo propio, una pretensión de primera hora de los diputados de Ciudadanos, que capitanean Albert Rivera y Juan Carlos Girauta.
Para el partido naranja se trató de un gesto importante por parte del PP, algo que destacó el diputado nacionalista Francesc Homs, que aseguró que se había tratado de una represalia política, y de una acción del PP para «asegurarse» el apoyo de los hombres de Rivera.
Ahora bien, todo depende ahora del PSOE, y tanto Rivera como Rajoy lo constatarán este miércoles, situando toda la presión en Pedro Sánchez.