Quim Torra tolera la entrada de Puigdemont en la Generalitat
El líder huido será protagonista de la presentación del consejo de la república con un parlamento
Ha pasado más de un año desde que Carles Puigdemont pisó por última vez el Palau de la Generalitat. Fue el viernes, 27 de octubre de 2017, cuando protagonizó una alocución pública para descartar la convocatoria de elecciones. Poco después, el Parlament aprobó la declaración de independencia y Puigdemont puso pies en polvorosa camino de Bélgica. Este martes, el ex president regresa a la Generalitat a través de una vídeointervención.
Quim Torra ha reservado al líder un huido un papel en la presentación del llamado «consejo para la república«, una burla de institución con la que Puigdemont pretende ganar protagonismo en la escena internacional. El líder independetista quiere que este consejo sea su plataforma para hacer propaganda del proceso soberanista y, sobre todo, quiere que cuente con el aval público de la Generalitat.
Torra siempre ha dicho que está dispuesto a «llegar tan lejos» en el desafío como Puigdemont. Pero, hasta ahora, ha evitado cruzar líneas rojas. Este martes bien podría estar cruzando la primera con la presentación en el Palau de la Generalitat de un organismo no oficial. De momento, el Gobierno de Pedro Sánchez permite hacer.
El ejecutivo de Junts per Catalunya y ERC dará toda la pompa a la presentación. Será a las 19 horas en el salón sant Jordi del Palau de la Generalitat y contará con la presencia de todos los miembros del gobierno catalán. Durante el acto habrá parlamentos de otro huido, el ex conseller Toni Comín —también responsable del consejo para la república— y, por supuesto, de Puigdemont. Torra también tomará la palabra y el canal 3/24 de TV3 lo emitirá en riguroso directo.
El relato de Puigdemont
La presentación del consejo de la república es una victoria personal de Puigdemont. El líder de Junts per Catalunya ya tiene una plataforma para dar cuerda a su relato, el de «presidente en el exilio». Tiene, además, el aval de ERC, pero no el de la CUP, que se niega a dar legitimidad a los decorados de Puigdemont.
Fuentes republicanas ven con buenos ojos el llamado consejo para la república. «Ya va bien que Puigdemont se dedique a denunciar la represión a nivel internacional y tenerlo en ese papel», dicen con una dosis de cinismo, puesto que no ocultan la satisfacción por haberlo apartado de la estructura real del gobierno de la Generalitat.
El gobierno de Torra asegura que esta parainstitución no tendrá financiación de la Generalitat, sino que se nutrirá de fondos privados para su funcionamiento.