Quim Torra dilapida 90.000 euros en sus conexiones con Puigdemont
La Generalitat destina el 22% del gasto en viajes a desplazamientos a Bélgica, la mayoría, para verse con Puigdemont y los exconsellers Serret, Puig y Comín
El gobierno de Quim Torra ha gastado 411.996 euros en viajes, según consta en el Portal de Transparencia de la Generalitat, y 91.766, un 22,27% del total, se ha destinado a viajes a Bélgica, donde han fijado su residencia el expresidente Carles Puigdemont y los exconsellers Lluís Puig, Toni Comín y Meritxell Serret.
Bélgica es además el epicentro de la estrategia de internacionalización de la causa independentista y la sede del llamado consejo para la república, el organismo parainstitucional cuya sede en Waterloo, la llamada «casa de la república», es a su vez la vivienda de Puigdemont.
En lo que va de legislatura, el gobierno catalán ha gastado 484.968,58 euros en viajes, pero 72.972,57 son anteriores a la toma de posesión de Torra como presidente, es decir, se gastaron en plena intervención de la Generalitat en aplicación del artículo 155 de la Constitución.
En total, de los 170 viajes efectuados por el gobierno de Torra y otros altos cargos de la Generalitat que constan en el listado desde aquella toma de posesión, 48 han sido al país que acoge a Puigdemont, y la mayoría han servido para celebrar reuniones o con él o con alguno de los tres exconselleres allí instalados.
Los viajes presidenciales
Si nos ceñimos exclusivamente a los viajes presidenciales, Torra ha gastado 132.630 euros, y 34.530 de ellos se destinaron a desplazamientos a Bélgica. El primero de ellos, con un coste de 2.512 euros, fue el 30 de mayo, antes incluso de que el presidente hubiera nombrado a su gobierno, para verse con Puig, Serret y Comín. Conste que dos semanas antes, el día después de ser investido, Torra ya se había encontrado con Puigdemont en Bélgica, pero al no haber tomado aún posesión, ese viaje no lo sufragó la Generalitat.
El 27 de julio, Torra acudió otra vez a Bélgica para la recepción a Puigdemont, que volvía a Waterloo tras la temporada que tuvo que pasar en Alemania, y el y su comitiva gastaron 13.800 euros. El 27 de agosto, hubo un nuevo viaje oficial del president para ver a Puigdemont y entrevistarse con El Punt Avui, que costó 7.872 euros. Y el 22 de octubre, una nueva entrevista con Puigdemont y Comín supuso un dispendio de 10.347 euros.
La prioridad, el enlace con Puigdemont
En el caso de Torra, conexión belga aparte, es donde más se evidencia que la prioridad absoluta de la agenda internacional del gobierno es mantener el contacto con lo que el propio president ha calificado de «govern en el exilio». Es decir, con los antiguos miembros del gobierno catalán que huyeron al extranjero para eludir la acción de la justicia española.
Así, de los otros ocho viajes oficiales de Torra hasta octubre -que son los que aparecen en los registros hechos públicos hasta ahora por la Generalitat-, uno, el segundo, el 26 de junio, fue a Berlín para encontrarse con Puigdemont, que aún estaba en Alemania, y costó 4.154 euros, y otros dos fueron a Escocia y Suiza para reunirse, respectivamente, con la exconsellera Clara Ponsatí y con la secretaria general de ERC, Marta Rovira y la exdiputada de la CUP Anna Gabriel. El primero de ellos costó 21.310 euros, y el segundo, 21.454.
Maragall: seis viajes a Bruselas sin ver al expresident
La relevancia de la conexión belga también se hace especialmente cristalina repasando la lista de viajes de Ernest Maragall, el conseller necesariamente más viajero, no en vano, hasta su nombramiento como alcaldable de ERC por Barcelona, era el titular de la cartera de Acción Exterior, y responsable de la reactivación de las delegaciones de la Generalitat en el extranjero.
De sus 17 viajes, seis fueron a Bélgica, aunque en su caso, nunca para reunirse con Puigdemont, cosas de la guerra fría entre ERC y sus socios de gobierno de Junts per Catalunya (JpC), o entre el expresident y el líder de Esquerra, Oriol Junqueras. Las más de las veces, Maragall se desplazó para visitar la delegación de la Generalitat en Bruselas, la única que no fue desmantelada durante la vigencia del 155, y que el govern Torra ha puesto en manos de la exconsellera Serret. Esa media docena de desplazamientos costaron conjuntamente 15.672 euros.
El primer viaje –y el único que hasta ahora consta en la lista incorporada en el portal de transparencia de la Generalitat- del sucesor de Maragall, Alfred Bosch, también fue a Bélgica el 27 de noviembre. El motivo oficial del viaje, que costó 4.028 euros, era mantener reuniones con eurodiputados y también “de coordinación”. Eso sí, esta vez, la agenda del conseller, además de encuentros con Serret, Puig y Comín, sí que incluyó también una cita con Puigdemont.
Traspasos simbólicos de carteras
Laura Borràs, Alba Vergés y Teresa Jordà, titulares de las áreas de Cultura, Salud y Agricultura en el govern Torra, también acudieron a Bélgica, en su caso, a principios de julio, para reunirse con sus antecesores -Puig, Comín y Serret, respectivamente- y escenificar un traspaso de carteras. Los viajes de las tres costaron en total 3.986 euros. Y el conseller de Políticas Digitales y Administración Pública, Jordi Puigneró, ha gastado por su parte 7.329 euros en viajar dos veces a Bruselas: la primera se vió con Serret, y la segunda, con Puig.
La número tres del govern, Elsa Artadi, se ha visto dos veces con Puigdemont, en Alemania y en Bruselas, pero acompañando a Torra, por lo que el coste de su viaje estaba incluido en los gastos de la comitiva presidencial.
Y, por lo que respecta al número dos, Pere Aragonès, visitó al expresidente catalán en Waterloo en noviembre, dos semanas antes de que lo hiciera Bosch, en el marco de la escenificación de un supuesto deshielo entre Puigdemont y Junqueras, pero no imputó el gasto al govern. Como tampoco hizo Torra, por ejemplo, con la visita que le hizo en Waterloo el 5 de septiembre al enmarcarse en una reunión del grupo parlamentario de JpC.