Pujol abronca a todos los diputados: “Están cometiendo un gran fraude moral”
El ex president no responde sobre nada, y acaba defendiendo los gobiernos de CiU durante 23 años
Pujol ha vuelto. Como si se tratara de un mitin electoral, en sus mejores momentos, cuando repartía juego, en la política catalana y en la española, Jordi Pujol ha cargado contra todos los grupos, aunque especialmente irritado con las intervenciones de Joan Herrera, de ICV, y de Alicia Sánchez-Camacho, la líder del PP. “No he venido aquí para explicar si hubo un problema o no en el Priorat –un caso de corrupción que le ha recordado Herrera– sino para responder sobre el comunicado que hice sobre una herencia”, ha asegurado.
Con un tono enérgico, enfadado, nervioso, sin articular bien sus palabras, Pujol ha defendido el Parlament, como la cámara de la soberanía del pueblo catalán, y ha afirmado que se ha cometido “un gran fraude moral”, al entender que todas las intervenciones han tratado de desmontar toda su obra de gobierno. “No ha habido una condena contra los 23 años de gobiernos de CiU, y si todo fue tan mal, como apuntan, sería un problema de todos, porque no se pudo gobernar como se hizo si hubiera habido la corrupción que dicen”.
En contra de la voluntad de sus abogados
Pujol, ha insistido, como hizo en aquella intervención televisiva el escritor Francisco Umbral, –“he venido para hablar de mi libro– Pujol se ha refugiado en su comunicado del 25 de julio. Y ha admitido que sus abogados no querían que asistiera al Parlament. Sin citarlos de forma explícita, Pujol ha afirmado que “muchos me decían que no viniera, que encontraría un clima muy hostil, pero dije que vendría, porque es el Parlament, y mucha gente ha luchado mucho por conseguir este Parlament, entre ellos yo, desde los 20 años”.
Las posteriores intervenciones de los diputados han insistido en que Pujol no ha respondido las preguntas. Con un tono ejemplar, tanto la diputada de ERC, Gemma Calvet, como el diputado del PSC, Miquel Iceta, le han reprochado que tenia una ocasión para contestar sobre asuntos, por ejemplo, como el de Banca Catalana.
Pero eso ha sido todo. La comisión ha acabado en una bronca entre CiU y el PP, entre Jordi Turull y Alicia Saánchez-Camacho.