Puigdemont y Conesa exhiben su esquizofrenia con España
Los partidos que apoyan al gobierno catalán intentan evitar una guerra de banderas, aunque tampoco están dispuestos a cumplir las sentencias judiciales
Mientras Carles Puigdemont se niega a participar en la cumbre de presidentes autonómicos que convocará Mariano Rajoy (PP), Mercè Conesa ocupó ayer un lugar de honor en la conferencia de presidentes de diputaciones provinciales españolas que se celebró en Badajoz. Tanto Puigdemont como Conesa son dirigentes del Partido Democrático Europeo Catalán (PDECat), la nueva formación de los convergentes.
En el entorno de Puigdemont se descarta que tome parte en la cumbre de presidentes autonómicos, anunciada por Rajoy en su discurso de investidura, para abordar la financiación de las comunidades. En cambio, Conesa, que preside la Diputación de Barcelona, la mayor de España, no se pierde ningún acto institucional con sus homólogos del resto del país.
Curiosamente, la ceremonia inaugural de la conferencia de presidentes de diputaciones españolas estaba encabezada por la catalana Conesa y por tres dirigentes políticos extremeños: el presidente de la Junta, el socialista Guillermo Fernández Vara; el presidente de la Diputación de Badajoz, el también socialista Miguel Ángel Gallardo; y por el alcalde de la ciudad, el popular Francisco Javier Fragoso. Una independentista compartió el protagonismo con populares y socialistas.
Esta misma imagen se repetirá en la jornada de hoy. Conesa participará en un debate con sus homólogos de Orense, el histórico dirigente popular José Manuel Baltar; de Cáceres, la socialista Rosario Cordero; y de Valencia, el también socialista Jorge Rodrigo, según informan los organizadores de la conferencia.
También preside la fundación de las diputaciones
Una colaboradoras de Conesa precisa que participa en la cumbre de Badajoz por su doble condición de presidenta de la Diputación de Barcelona y de la Fundación Democracia y Gobierno Local, integrada por corporaciones de toda España.
Pese a su papel institucional en la conferencia de presidentes de diputaciones, Conesa sigue jugando al gato y al ratón con la estelada. Como alcaldesa de Sant Cugat del Vallès (Barcelona), Conesa ha cumplido con la orden judicial de retirar la estelada que el ayuntamiento había colocado en la plaza Lluís Millet, situada al lado de la estación de tren.
Sin embargo, la colocó en otro entorno también muy concurrido, la plaza de Octavià, al lado del Monasterio de Sant Cugat, el principal monumento histórico de la ciudad. Unos desconocidos la quitaron y pisotearon la noche del pasado miércoles.
A raíz de una denuncia de Sociedad Civil Catalana, un juzgado contencioso administrativo de Barcelona dio un ultimátum al Ayuntamiento de Sant Cugat para que cumpliera la sentencia dictada el pasado julio.
No obstante, Conesa entiende que la sentencia tan sólo les ordena quitar la estelada del sitió donde se colocó originalmente y que nada les impide ponerla en otro sitio. No desobedece las sentencias judiciales, al contrario de los alcaldes y de los concejales de la CUP, aunque otra cosa es que las cumpla.
ERC intenta evitar una guerra de banderas
En una circular interna, ERC recomienda a sus concejales y alcaldes que eviten entrar en una guerra de banderas. En estos momentos, el partido de Oriol Junqueras no es partidario de una estrategia de desobediencia a las sentencias judiciales. Tampoco están dispuestos a acatarlas a pies juntillas, pero intentan evitar acciones individuales que desencadenen un enfrentamiento con el Estado.