Puigdemont reta a ERC romper los pactos con el PSC
La formación de Carles Puigdemont concluye, tras los pactos municipales y supramunicipales, que "el independentismo ha tocado fondo"
Carles Puigdemont se conectó este lunes a primera hora de la mañana a su ordenador para mantener una conversación con un reducido grupo de dirigentes de Junts per Catalunya. Después de un fin de semana con severos problemas de digestión por el pacto alcanzado entre Junts per Catalunya y PSC para dominar la Diputación de Barcelona, Puigdemont ordenó a los suyos mover pieza en la reunión de Junts per Catalunya que debía celebrarse a continuación para provocar una sacudida a los acuerdos municipales.
El líder huido ya había mantenido conversaciones durante el fin de semana con su círculo de mayor confianza y encargó al conseller de Territorio, Damià Calvet, que lanzara la primera piedra para poner fin a aquellos de gobierno municipales que ERC y Junts per Catalunya han alcanzado con el PSC sin respetar «a la lista independentista más votada».
Según las cifras que maneja Junts per Catalunya, hay un total de 27 municipios en los que ERC ha firmado un pacto de gobierno con el PSC sin respetar a Junts como la formación más votada. Y un total de 7 en los que ha sucedido lo contrario, es decir, que Junts no ha respetado a ERC como lista más votada.
El análisis del círculo de Puigdemont
«Después de este ciclo electoral se ha agravado la situación. La unidad independentista está más lejos de lo que lo estaba, ha tocado fondo. Lo que proponemos, lo que ponemos sobre la mesa es emplazar a ERC a una agenda de reversión de acuerdos con los del 155 (es decir, con el PSC). Creemos que sería una manera de tejer complicidades», resumió Elsa Artadi, ahora concejal en el Ayuntamiento de Barcelona y una de las dirigentes de mayor confianza de Puigdemont.
Artadi compareció junto al exdiputado en el Congreso Germà Bel, que fue muy concreto respecto a las pretensiones de Junts per Catalunya. Bel desveló que hubo conversaciones con la dirección de ERC para analizar las prioridades de cada parte y que Junts per Catalunya fue muy concreta con sus objetivos, ya que pidió a los republicanos que respetaran las alcaldes de su formación en tres municipios importantes: Sant Cugat del Vallès (Barcelona), Figueres (Girona) y Tàrrega (Lleida).
Aunque todos los ayuntamientos ya están constituidos, Junts per Catalunya considera que «aún se está a tiempo» de buscar una rectificación. «La unidad claramente ahora no existe, está más fracturada que nunca y hay que decidir si nos parece bien cómo están las cosas o bien ir a buscar la unidad», argumentó Artadi.