Puigdemont provoca un cortocircuito en ERC con un alcalde díscolo
Esquerra advierte al alcalde de Montblanc, Pep Andreu, integrado en la Crida, que tendrá que escoger porque el partido no permite la doble militancia
Carles Puigdemont no sólo lleva de cráneo al Pdecat, sino también a ERC. El partido de Oriol Junqueras tiene una patata caliente sobre la mesa con nombre y apellidos. Se llama Pep Andreu y, además de un histórico de la formación y del alcalde de la localidad tarraconense de Montblanc, es también miembro de la dirección de la Crida Nacional per la República, el nuevo partido de Puigdemont.
La postura del alcalde, un ferviente defensor de esas confluencias de fuerzas independentistas de las que ERC ahora mismo no quiere ni oír hablar, ha acabado por colisionar frontalmente con la línea de actuación de su formación. Porque ERC no permite la posibilidad de la doble militancia de sus asociados, y a la vez, entiende la Crida como un partido político, por más que sus fundadores sigan sin dejar claro hasta qué punto operará como tal.
Esquerra trata de reconducir la situación por las buenas con Andreu, primer edil del municipio tarraconense desde hace 12 años. Este lunes, la portavoz del partido, Marta Vilalta, le reafirmó como alcaldable de cara a los comicios del 26 de mayo, pero también le advirtió que «tendrá que decidir» qué prefiere, si seguir siendo el candidato republicano en su pueblo o seguir en la cúpula de la Crida.
La Crida, en marcha
El nuevo proyecto político de Puigdemont completó el sábado su proceso fundacional, pero sigue jugando a la ambivalencia a la hora de definirse. Sus impulsores niegan que sea un partido más, pero lo inscribieron en el registro de partidos, así que en cualquier momento puede decidir concurrir a unas elecciones, como recordó Vilalta. Así quiso dejar claro que Esquerra lo considera una nueva formación política a la que los de Junqueras le desean «toda la suerte», en palabras de su portavoz, aunque no quieren tocar ni con un palo.
Así las cosas, lo de Andreu supone para la formación un cortocircuito en toda regla. Porque el alcalde, que ya había expresado sus simpatías con el proyecto de la Crida en octubre pasado, no se ha limitado a apuntarse a la plataforma, sino que se integró en una de las dos candidaturas que se disputaron el sábado la dirección de la misma, la encabezada por el expresidente de la Assemblea Nacional Catalana y jefe de filas parlamentario de Junts per Catalunya (JpC) Jordi Sànchez.
Como estaba cantado, la que se impuso fue esa lista liderada por Sànchez. La cúpula ejecutiva de la Crida, en la que Puigdemont ejerce de «presidente impulsor», incluye también a destacados dirigentes de JpC, como los consellers Elsa Artadi, Damià Calvet y Laura Borràs o los diputados Albert Batet, Gemma Geis o Antoni Morral, este último, con funciones de secretario general. Andreu es el único miembro de ERC, aunque la dirección también incluye a dos antiguos militantes de la formación de Junqueras: la exdiputada Àngels Cabasès y el periodista y politólogo Gerard Sesé.
Andreu, por libre
En diciembre, Andreu ya se sumó a la huelga de hambre que llevaron a cabo en la cárcel de Lledoners el propio Sànchez y los exconsellers Josep Rull, Jordi Turull y Joaquim Forn, de la que ERC también se desmarcó. Antes, tras anunciar su inscripción como fundador de la Crida, también remarcó que lo hacía porque entendía que se trataba de un movimiento independentista transversal, no de un partido, pero advirtió en una entrevista en Vilaweb que, si operaba como tal, se desentendería de la plataforma. «Si quieren ser un partido, no estaré porque yo ya tengo uno, que es ERC, dijo.
El problema que genera el cortocircuito es que mientras que la Crida sigue remarcando que es un movimiento político diferente y Andreu, como también ha hecho el Pdecat, compra esa tesis, la dirección de la formación a la que pertenece el alcalde de Montblanc sí que considera que se trata de un nuevo partido a todos los efectos. «No lo decimos nosotros, está inscrito en el registro de partidos», alega Vilalta.