Puigdemont pronostica nuevas elecciones si hay veto a Sànchez
Puigdemont contempla que el Gobierno fuerce otras elecciones ante una situación de "colapso institucional"
Quienes conocen a Carles Puigdemont aseguran que es una persona «enormemente tozuda». Los hechos avalan esta descripción y permiten intuir que la aplicación del artículo 155 se va alargar, ya que Puigdemont se resiste a que Cataluña recupere un escenario de normalidad. Tras renunciar este jueves a la investidura y proponer a Jordi Sànchez como el nuevo candidato a la presidencia de la Generalitat, ha surgido la inevitable pregunta: ¿Y si el Tribunal Supremo no pone en libertad a Sànchez y, por tanto, no puede ser investido?
Puigdemont auguró en ese caso un «colapso institucional» y contempló que el Gobierno pueda «forzar» una repetición de las elecciones en Cataluña. En todo caso, subrayó, en una entrevista en Rac1, que «el señor Jordi Sánchez tiene todos los derechos como diputado para ser president». «Quien ponga trabas cometerá un gravísimo error y probablemente también un delito», dijo.
El líder huido a Bruselas aseguró, no obstante, que Junts per Catalunya no quiere una repetición electoral e insistió en la provisionalidad de su decisión porque volverá a ser, vaticinó, president de la Generalitat. En este sentido, ha recordado que el Parlament ha aprobado su «legitimación» como president.
A juicio de Puigdemont, se puede gobernar «de muchas maneras» y una de ellas es «desde prisión»: «Lo importante son los políticas que se han de salir adelante». El expresident consideraba también que se podía gobernar la Generalitat desde Bruselas.
Puigdemont ha dicho que los plazos ahora los pondrá el presidente del Parlament, Roger Torrent, que iniciará la próxima semana una ronda de contactos para elegir a un nuevo candidato a la investidura; y confirmó que el futuro gobierno catalán no está cerrado al 100% y que siguen las negociaciones entre las fuerzas independentistas.
«El error fue no proclamar la república el 10 de octubre»
Volviendo la vista atrás, Puigdemont admitió que «el error fue no proclamar la república el 10 de octubre y confiar en lo que nos decía el Gobierno de España que abriría una ventana de negociación», en referencia a la primera declaración unilateral de independencia, que fue suspendida nada más ser declarada en busca de una solución acordada.
Por otro lado, volvió a denunciar la «democracia de pladur» que, a su juicio, hay en España. «No se puede gobernar en contra de las urnas y de espaldas a los ciudadanos. Ahora gobierna Cataluña el partido más corrupto de Europa y con sólo 4 diputados», criticó.
Después de que el Gobierno se haya adjudicado el mérito de su renuncia, Puigdemont dijo que la versión de la Moncloa le hace «reír»: «Deben de tener miedo de que no me rinda, seguramente. La rendición no forma parte de mi diccionario, deben tener miedo de eso y dicen exactamente lo contrario de la realidad».