Puigdemont pone su nuevo partido al ralentí
La Crida pospone la decisión sobre la integración del Pdecat o su participación en las municipales hasta final de año, tras su congreso constituyente
«No hablamos de mí. Hablamos de ti». Con esa frase cierra Carles Puigdemont el spot publicitario con el que los impulsores de la Crida Nacional per la República, la nueva organización política bajo la cual el expresidente pretende agrupar al grueso del independentismo y fagocitar al Pdecat y ERC, quieren empezar a atraer a «miembros fundadores».
El plan fundacional arranca con la celebración de una convención en Manresa el 27 de octubre. El lugar, por la cercanía con la prisión de Lledoners, donde están recluidos la mayoría de independentistas presos. La fecha, para coincidir con el primer aniversario de la declaración de independencia del Parlament (y de la aplicación del 155).
En la convención se presentarán dos ponencias, una organizativa y una política. Se abrirá entonces un periodo de enmiendas, que se podrán presentar por vía telemática. Los textos se enmendarán y votarán en un congreso fundacional previsto el 6 de diciembre en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB)
Campaña para captar militantes
Mientras se va cumpliendo ese calendario, los impulsores de la Crida aspiran a convertir en militantes «fundadores» a las 50.000 personas que dicen que ya se han adherido al movimiento puigdemontista, encabezada por el propio expresidente catalán; su sucesor al frente de la Generalitat, Quim Torra, y el presidente del grupo parlamentario de JpC, Jordi Sànchez. La inscripción comporta un «donativo mínimo» de 10 euros.
Todo esto lo explicaron ayer los diputados Gemma Geis y Antoni Morral y el actual delegado de la Generalitat en Madrid, Ferran Mascarell, que ejercen de portavoces de la entidad, y que la vendieron como «una nueva formación política inédita, excepcional, innovadora y tremendamente ambiciosa» que aspira a «superar los lindares de la partitocracia que ahora mismo complica la unidad» independentista, en palabras de Morral.
Sin respuestas sobre el Pdecat y las municipales
Por lo demás, todo sigue instalado en la indefinición. Tanto por lo que respecta a la forma organizativa que acabará adoptando como a la posibilidad de que Mascarell se convierta en alcaldable puigdemontista —y que, en ese sentido, concurra a las primarias independentistas que impulsa Jordi Graupera— a la posible integración del Pdecat. Sobre esa última cuestión, se limitaron a repetir que, por el momento, están haciendo un llamamiento a incorporaciones a título particular.
Los portavoces insistieron en la Crida nace con la voluntad de «hacer acción política» y un único objetivo: conseguir la república catalana, y que, después de lograrlo, han insistido, se disolvería. Pero sobre la eventual participación en unas elecciones, las municipales de mayo de 2019, sin ir más lejos, se parapetaron en la naturaleza aún embrionaria de la organización y se remitieron a lo que decidan sus órganos de gobierno una vez que se constituyan en el congreso de diciembre. En todo caso, admitieron que ya han formalizado los trámites para inscribirse tanto en el registro de asociaciones como en el de partidos.