Puigdemont insiste desde el Parlament en desprestigiar la democracia
El presidente catalán critica al Estado por el juicio a Artur Mas y considera que la enfermedad proviene de la transición, cuando "no se hizo limpieza"
Una intervención inusitada, y llena de carga ideológica. El presidente catalán, Carles Puigdemont, ha estallado este miércoles en el Parlament al asegurar que «la democracia española demuestra que ha enfermado». A su juicio, «esta enfermedad viene de lejos, porque en la transición no se hizo limpieza».
Puigdemont ha pedido intervenir, antes de la sesión ordinaria en el Parlament, para recordar que una de las diputadas, Irene Rigau, no podía asistir porque está siendo juzgada en la causa del 9N, junto a Artur Mas y otra exconsejera, Joana Ortega. «He pedido la palabra para dejar constancia de una situación excepcional», ha incidido Puigdemont. El mandatario catalán ha trazado un repaso de las actuaciones del PP en los últimos años.
Los reproches han sido duros respecto a actuaciones como la recogida de firmas contra el Estatut, que protagonizó el PP. Se ha experimentado, a su juicio, una «deriva recentralizadora acelerada por el Estatut y la petición de firmas», lo que cofirma, según Puigdemont, «que la democracia tiene un problema estructural, que ha enfermado y que viene de lejos, porque no hizo limpieza en la transición». Eso provocó que «hay poderes que siempre estuvieron ahí».
El juicio, «una farsa»
Ese es el argumento de buena parte del soberanismo catalán, que considera que la democracia en España está coja. Y que una muestra de ese problema es el juicio por el 9N a Mas. «El Estado español se permite un juicio político sin ruborizarse, sin preguntarse lo que buena parte de la prensa internacional se pregunta», ha afirmado Puigdemont, tras añadir que «este juicio es una farsa y un teatro», y que hay «eurodiputados que también muestran su preocupación por la deriva del Estado español».
La sesión de control al Govern se ha centrado, posteriormente, en el análisis del juicio por el 9N, con críticas de la oposición al Ejecutivo catalán por sentirse víctima de un juicio que afronta una consulta, que se organizó a pesar de la anulación por parte del Tribunal Constitucional.