El referéndum del 1-O se atasca en los temores de sus organizadores
Carles Puigdemont quiere un mayor compromiso de ERC, alentado por el Pdecat, pero no logra que nadie se comprometa con la organización del referéndum
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, está determinado en celebrar el referéndum el 1 de octubre. Pero ha fracasado, hasta ahora, en su intento de que se aceleren los trámites con la asunción de responsabilidades por parte de sus propios consejeros del Govern. Oriol Junqueras, el vicepresidente de la Generalitat, y líder de ERC, ha declinado el ofrecimiento de Puigdemont de ser el hombre del referéndum, a pesar de que fue nombrado como el coordinador principal, informa El País.
Puigdemont, en la sesión de control en el Parlament, ha asegurado que eso ya se conocía, que Junqueras era el responsable de los trabajos sobre el referéndum y que “los está impulsando”. A preguntas del portavoz del PP, Xavier García Albiol, el presidente catalán no ha esclarecido si le ha ofrecido o no a Junqueras un papel más activo. Pero fuentes del Pdecat admiten que el partido no quería que fuese, de nuevo, un consejero de los suyos, y que le tocaba asumir responsabilidades a ERC, después del cese del consejero Jordi Baiget.
Puigdemont quiere, porque también se lo reclama el Pdecat, que ERC se moje más con el 1-0
Lo cierto es que Puigdemont no sabe dónde mirar, porque lo que está en juego ahora es el propio patrimonio de los consejeros. Las posibles inhabilitaciones o multas ya no importan tanto a los miembros del Govern, como la posible investigación del Tribunal de Cuentas si alguien utiliza dinero público para organizar un referéndum que se considera ilegal.
Eso ha ocurrido con la causa del 9-N, con Artur Mas y las exconsejeras Irene Rigau y Joana Ortega y el exdiputado Francesc Homos, en el punto de mira. El Tribunal de Cuentas ultima su decisión de investigarlos por haber empleado recursos públicos en el 9N, y es la cuestión que más preocupa ahora al expresidente, que debería avalar algo más de 1,5 millones de euros con su propio patrimonio, contando que todos los gastos supusieron más de cinco millones de euros.
Por ello, las diferencias y la desconfianza entre el Pdecat y ERC no dejan de agrandarse, pese a los intentos voluntaristas de Puigdemont. “Si no tenemos nada que hacer, no entiendo su preocupación, debería estar saltando de alegría”, le ha espetado el presidente catalán al portavoz del PP.
ERC entiende que la rúbrica que realmente contará para el referéndum es la de Puigdemont
Junqueras está comprometido con el referéndum, y asegura que no tiene ningún problema con su propio futuro personal. Pero quiere que todos se comprometan por igual, y que los consejeros del Pdecat que no lo tengan claro sigan los pasos de Baiget, y sean cesados del Govern. Junqueras sabe, además, que pese a las firmas de consejeros o de diputados, la rúbrica que realmente contará para todo es la de Puigdemont, como presidente de la Generalitat.
El Gobierno central no quiere, esta vez, que se repita el 9-N, y vigila a proveedores y funcionarios. Ello complica las cosas al gobierno catalán, que ha decidido seguir adelante pase lo que pase. Sin embargo, Puigdemont no sabe cómo implicar y atar más a Junqueras al referéndum. En Esquerra Republicana se desea el referéndum, pero también se considera que si resulta del todo imposible, se deberán convocar elecciones al Parlament, e iniciar un nuevo partido, con Junqueras como previsible ganador, según las encuestas