Puigdemont esquiva la presión derivada de la casilla lingüística
El anuncio del Gobierno de una casilla para la libertad lingüística en la escuela alarma a Pdecat y ERC, que urgen a Puigdemont reaccionar desde la Generalitat
Carles Puigdemont se resiste a acelerar las negociaciones para formar gobierno en Cataluña pese a las presiones que está recibiendo de su propio partido, el Pdecat, y de ERC. El anuncio del Gobierno sobre la posible inclusión de una casilla en el formulario de preinscripción escolar para que el castellano pueda equipararse al catalán como lengua vehicular en la enseñanza ha disparado las alertas entre los partidos soberanistas, que ahora urgen a desbloquear las negociaciones para recuperar el control de la Generalitat y, así, defender el modelo de inmersión.
Pero Puigdemont no parece, por el momento, dispuesto a dejarse llevar por las urgencias de los partidos soberanistas. En un confuso mensaje lanzado a través de Twitter, el expresidente de la Generalitat acusó al Gobierno de querer «dividir» a los catalanes y mezcló este asunto con el interés de Mariano Rajoy por ocultar las informaciones relacionadas con el imán de Ripoll en los atentados de agosto. «Mientras el Estado sobrealimenta con la mano derecha el nacionalismo español e intenta dividir a los alumnos catalanes por su lengua, con la mano izquierda esconde como secreto de estado todas las informaciones sobre el Imán de Ripoll. Pero el catalán resistirá. Y la verdad se impondrá», dijo Puigdemont.
El Gobierno debe concretar ahora si, efectivamente, incluye una casilla para la que los padres puedan elegir el castellano como lengua vehicular de sus hijos después de que se lo haya solicitado el sindicato de profesores AMES y Societat Civil Catalana (SCC).