Puig quiere una consulta en 2015 pactada antes que el conflicto en 2014
El conseller da por hecho que si Rajoy no la autoriza habrá elecciones plebiscitarias
Algunos miembros del Govern de Artur Mas quieren ir con pies de plomo. O, en todo caso, quieren minimizar un posible conflicto institucional, que de hecho, ya se está produciendo. Y uno de ellos es el conseller d’Empresa i Ocupació, Felip Puig, con una larga experiencia de gobierno, y que entiende que la máxima prioridad sería acordar la celebración de un referéndum de autodeterminación.
Y, aunque el acuerdo de CiU con Esquerra Republicana es constatar, antes de fin de año, la pregunta y la fecha en 2014 de la consulta, Puig entiende que si se puede pactar, se debería esperar a 2015.
“Es mejor pactar una consulta en el 2015, en lugar de hacerlo en 2014 e ir al conflicto”, ha asegurado este sábado, día de la Hispanidad, en el programa Converses de la Cadena Cope.
Sin vuelta atrás
Puig, uno de los dirigentes de Convergència que nunca ha escondido su defensa del soberanismo, es también uno de los miembros de CDC que quiere caminar con mayor prudencia, consciente de la polarización que se ha creado en el seno de la sociedad catalana, como muestra la movilización de este mismo sábado por parte de los defensores de la unidad de España en la plaza Catalunya.
Sin embargo, el conseller también tiene muy claro que la consulta se debe convocar. “No hay otra vía posible, sólo hay una, porque la sociedad catalana ha demostrado que quiere ser consultada. No hay vuelta atrás”, ha precisado. Otra cosa es cómo se llega a ese acuerdo.
Degradación de la convivencia
Puig considera que el Gobierno español tendrá la última palabra, y que si no permite esa consulta, que para el conseller sólo podría pasar por una pregunta clara, con dos preguntas, entonces el Govern de Artur Mas debería convocar elecciones.
La idea, además, es que, pasara lo que pasara en ese referéndum, “nada será igual, porque o se retoman los puentes o se reconstruye desde dentro, lo que no puede pasar es que sigamos como estamos, con una degradación clara de la convivencia”.
Las aseveraciones claras, pese a los matices, del conseller Puig llegan en un momento en el que Mas debe concretar ya cómo consigue el acuerdo con ERC para que los republicanos entren en el Govern, y cómo se concreta, también, una posible plataforma unitaria de cara a las elecciones europeas en mayo de 2014.
Dejar a los empresarios en paz
Puig también se ha referido al otro flanco. Si Catalunya sufre por la actual situación, para el conseller también España debe ser consciente de que no puede seguir así. “España necesita las estructuras económicas de Catalunya para garantizar su cohesión económica”, ha asegurado en la entrevista en la Cadena Cope.
También se ha referido a la relación que se debe establecer con el mundo empresarial, al rechazar que a los empresarios se les deba empujar para que se pronuncien sobre el debate soberanista. “Los empresarios lo que deben hacer es lo que ya hacen, y muy bien, para reactivar la economía, y ya serán llamados, como todos los ciudadanos, a pronunciarse de forma individual, como toda la sociedad catalana”, ha asegurado.
Crear empleo, con bajo crecimiento
Respecto a la situación económica, y a la posibilidad de que Catalunya comience a mostrar síntomas claros de crecimiento, Puig entiende que se están creando nuevos filones de empleo, y que, “no necesariamente” se crearán nuevos puestos de trabajo a partir de crecimientos del PIB por encima del 2%. Para Puig, “es perfectamente posible crear empleo por debajo de esos porcentajes, y de hecho ya está sucediendo”.
Puig ha admitido, en todo caso, que la voz económica de Catalunya en el debate económico español se escucha menos, porque las circunstancias políticas han llevado a una desconexión con España: “CiU cumplió ese papel durante muchos años y de forma positiva, pero también hay que decir que Catalunya lo ha intentado todo, y que el proceso del Estatut, y la sentencia del Constitucional posterior, rompió muchas cosas”.