Prenafeta y Alavedra se hunden por el caso Pretoria
Prenafeta y Alavedra no sólo buscan una reducción de penas de cárcel, sino también que se les rebaje los cerca de 34 millones de euros que les pide el fiscal
Tocados y hundidos. Así ha dejado el juicio del caso Pretoria a Lluís Prenafeta i Macià Alavedra, máximos exponentes del llamado sector negocios de Convergència y que durante años fueron los principales colaboradores de Jordi Pujol. Para reducir las penas que les pide la fiscalía, han llegado a un acuerdo que pasa por reconocer los hechos que les imputan: blanqueo de dinero y el cobro de comisiones de hasta el 4% por intermediar en favor de empresarios que perseguían adjudicaciones públicas. No sólo se juegan casi siete años de prisión, sino multas de más de diez millones de euros y decomisos por sus ganancias ilícitas. “El dinero les debe doler muchísimo”, asegura un exparlamentario convergente que no siente ninguna lástima por ellos.
Prenafeta y Alavedra ya no figuran en ningún consejo de administración. A su nombre tampoco consta ningún inmueble según ha comprobado este diario. Han puesto sus bienes ha disposición del juzgado. Entre multas y decomisos, el fiscal pide para Prenafeta 19,4 millones de euros y otros 13,5 para Alavedra. Cuando hace dos años compareció en el parlamento catalán ante la comisión de investigación del caso Pujol, Prenafeta aseguró que tanto él como su esposa vivían de la pensión. Insistió en que ya no tenía ni un céntimo en el extranjero. Sin embargo, eso no impide que continúe acudiendo a los mejores restaurantes de Barcelona, aunque con menos frecuencia que antes.
Caso Pretoria: ni Mas ni Puigdemont se atreven a apoyar ahora a Prenafeta y Alavedra
Un amigo de los dos cuenta que el caso Pretoria ha afectado más en lo anímico a Alavedra, de 83 años, que a Prenafeta, de 78. A principios de marzo, antes del inicio del juicio en la Audiencia Nacional, se les pudo ver juntos diversos días en una cafetería de la calle Muntaner de Barcelona. Se supone que estaban preparando la vista. Sin embargo, hace tiempo que han reducido su actividad social. Prenafeta ha soportado mejor la presión, es “más duro”, tiene la familia a su lado; mientras que Alavedra, viudo desde hace tres años y sin hijos, está “tocado”, aunque intenta disimularlo cuando se encuentra con amigos. Uno de ellos añade que Alavedra “tiene sentido del ridículo” y todo lo que le ha pasado, desde su paso por la cárcel hasta su confesión ante el juez en marzo pasado, le ha hecho mella.
Mas y Puigdemont salieron en su defensa, pero hace ocho años
Cuando el exjuez Baltasar Garzón ordenó su detención en 2009, Prenafeta y Alavedra recibieron efusivas muestras de cariño por parte de los dirigentes de su partido. Entre ellos estaba Carles Puigdemont, en aquellos tiempos diputado y concejal de la oposición en Girona. Se apuntó a la página de apoyo en Facebook y escribió un artículo en su bloc personal en favor de los detenidos. Artur Mas dijo entonces que Convergència debía estar al lado de una gente que “apreciamos” y que “lo está pasando mal”. Ocho años después, ningún dirigente del actual partido de los convergentes, el Pdecat, sale en defensa de los procesados.
La dirección del Pdecat ha hecho borrón y cuenta nueva. Muchos de sus dirigentes no han tenido nunca contacto con Prenafeta y Alavedra, pero Mas, que preside el partido, no puede decir lo mismo. No sólo sucedió a Alavedra como consejero de Economía de la Generalitat sino que trabajó a las órdenes de Isidor Prenafeta, primo de Lluís, como directivo de Vilassar Internacional, empresa del grupo peletero Tipel. El mismo Lluís Prenafeta también estuvo en Tipel.
Vicent Sanchis y Salvador Sostres, de los pocos que hacen gala de su amistad
“Prenafeta ha ayudado a mucha gente, incluso a muchos periodistas, que ahora le dan la espalda”, asegura el controvertido articulista Salvador Sostres. Es uno de los pocos que dice que le provoca “orgullo” su amistad con Prenafeta. Insiste en que es “muy, muy, pero que muy amigo”. Todavía se va a comer con él de vez en cuando. El articulista lamenta que, precisamente ahora que están juzgando a Prenafeta, no reciba muestras de apoyo por parte de los que ayudó, especialmente de los que están vinculados a la Fundació Catalunya Oberta que el mismo cofundó. Hace una salvedad: Vicent Sanchis, actual director de TV3, que redactó las memorias de Prenafeta. Sanchis nunca ha negado su amistad.
Durante el juicio, Prenafeta reconoció haber intermediado por empresas como Siemens, de la que obtuvo 4,63 millones de euros, o Alstom, 8,6 millones. Nadie le preguntó a lo que se ha dedicado después de su detención. Uno de sus antiguos colaboradores indica que está “jubilado” pero que eso no quiere decir que no se reúna con empresarios. Precisamente, Mas se reunió en 2009 con empresarios a propuesta de Prenafeta. ¿Lo haría ahora?