Podemos complica aún más la aprobación de las cuentas de Sánchez
Los de Pablo Iglesias exigen un nuevo decreto de vivienda que incluya la limitación de los precios de alquiler como condición para avalar los presupuestos
Como si con los independentistas dándole la espalda Pedro Sánchez no tuviera bastantes problemas para aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE), Podemos también ha puesto este martes en el congelador su eventual apoyo a las cuentas, para el que ha puesto nuevas condiciones.
La encargada de lanzar el jarro de agua fría al gobierno del PSOE ha sido la responsable de Vivienda de Unidos Podemos y portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Lucía Martín, que ha advertido que si quiere contar con su apoyo a los presupuestos, Sánchez tendrá que retirar el real decreto ley de medidas urgentes en materia de vivienda y alquiler que presentó y elaborar otro que incluya todas las medidas pactadas en octubre entre los socialistas y los de Pablo Iglesias, entre las cuales, la limitación de los precios de los alquileres.
Ni enmiendas ni un proyecto de ley
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró el lunes que el gobierno cumplirá con ese acuerdo, pero que la medida se podría introducir mediante un proyecto de ley o incorporándola como enmiendas a los presupuestos.
Pero Martín, que recordó que esa regulación era una «condición mínima indispensable», advirtió en declaraciones a La Sexta que Podemos no aceptará esas fórmulas porque podrían ser bloqueadas por el PP y Cs, que ya han paralizado en el Congreso más de treinta proyectos de ley desde que Sánchez llegó a la Moncloa.
«Lo que me está diciendo la ministra es que va a dejar que PP y Cs le hagan el trabajo sucio y bloqueen esas enmiendas, y eso no se puede hacer nunca», argumentó, y advirtió: «El decreto no lo vamos a votar, porque es un claro incumplimiento del acuerdo presupuestario».
A Sánchez no le salen las cuentas
La pelota se queda ahora en el tejado del Gobierno, cuyo acuerdo presupuestario con Podemos será en cualquier caso estéril si no da un vuelco inesperado a la situación y consigue el apoyo de Pdecat y ERC, que llevan semanas insistiendo por activa y por pasiva en que no avalarán las cuentas a menos que el ejecutivo central se avenga a una «solución política» en Cataluña que pase por la celebración de un referéndum de autodeterminación.
Sin el apoyo de los independentistas catalanes, al PSOE no le salen las cuentas, a menos que consiguiera un apoyo de Cs todavía más improbable que el de aquellos.