Podemos activa en Cataluña su plan institucional para derribar al Rey
Los socios del PSOE despliegan en el Parlament sus medidas contra la Monarquía: dejar sin la condición de rey a Juan Carlos I y acabar con la inviolabilidad
La ofensiva de Unidas Podemos contra la Casa Real solo ha hecho que comenzar. Hoy, viernes, la izquierda antimonárquica protagonizará su primer gran ensayo a nivel institucional en el Parlament de Cataluña para demostrar hasta dónde está dispuesta a llegar en su repentina prioridad: derribar a la Corona. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha servido en bandeja un pleno centrado en «la crisis de la monarquía española», completamente ajeno a las competencias autonómicas de Cataluña, que el conglomerado de Podemos está encantado de aprovechar.
No ha hecho falta instrucción alguna del líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, para que su confluencia catalana, Catalunya en Comú, se ponga en primera línea de una ofensiva que, principalmente, está dirigida contra la Monarquía pero que también tiene en su punto de mira a la Moncloa por haber dado cobertura a la salida de España de Juan Carlos I.
Los pesos pesados de los comunes —Ada Colau, Jaume Asens, Gerardo Pisarello y Jéssica Albiach— han actuado todos a una con el propósito de desguazar la monarquía parlamentaria en España, incluso jaleando ya un referéndum sobre la república.
Abran fuego
Pero saben que tienen que dar pasos previos antes de llegar tan lejos. Los comunes saben de sobras que no tienen ni la mitad de la fuerza parlamentaria necesaria para un cambio de semejante envergadura y, antes, tienen otras iniciativas para someter a votación. A saber: pretenden prohibir que los miembros de la familia real participen en labores de intermediación en favor de terceros o de empresas, pretenden impedir la posibilidad de que los Borbón puedan abrir cuentas bancarias en el extranjero.
Quieren, además, que la Casa Real informen anualmente y de forma detallada —sin partidas genéricas— de todos los gastos de la Casa Real, incluidos los que van a cargo de los distintos ministerios. Y no sólo se trata de aumentar los mecanismos de control a la Corona, sino que también quieren que se retire el título de rey emérito a Juan Carlos I. También acabar con la inviolabilidad de Felipe VI. Y después de todo ello convocar un referéndum sobre monarquía o república, a pesar de que no alcanzar a ver este objetivo al menos en una década.
Todo ello llegará de una forma u otra a las Cortes Generales en septiembre, pero el pleno de este viernes en el Parlament de Cataluña servirá de muchas cosas. Medirá si la alianza entre el universo de Podemos y los partidos independentistas es total o si hay matices; y servirá también para comprobar si existen dudas en la dirección del PSC después de que destacados cargos de los socialistas catalanes hayan atacado al Rey emérito por marcharse de España.
Uno tras otro, los socios catalanes de Pablo Iglesias han disparado contra el rey emérito, contra la monarquía y, también, contra Pedro Sánchez. La alcaldesa Colau abrió fuego y, a continuación, se sumaron Asens, Pisarello (diputado en el Congreso) y Albiach (del parlamento catalán).
A través de las redes, Podemos difundió un mensaje sobre la Corona sacado de un artículo del blog personal de Pisarello: “El peligro sería que la corrupción de la monarquía, una institución que ha actuado rodeada de privilegios, corrompa a la democracia forzándola a mirar hacia otro lado y a consentir esferas de impunidad impropias de un Estado de derecho”.
El peligro sería que la corrupción de la monarquía, una institución que ha actuado rodeada de privilegios, corrompa a la democracia forzándola a mirar hacia otro lado y a consentir esferas de impunidad impropias de un Estado de derecho.
✍️ @G_Pisarellohttps://t.co/uk9ioNZmnR
— PODEMOS (@PODEMOS) August 5, 2020
En realidad, tras la bandera antimonárquica están todos los dirigentes de Unidas Podemos, incluido el propio Iglesias, pero han sido los dirigentes catalanes los que, de manera intencionada, se han expresado de forma más vehemente.
Pulso para ver quién es más antimonárquico
El pleno del Parlament de este viernes se celebra a instancias de los independentistas. Nada de lo que apruebe tiene eficacia jurídica alguna para vaciar de contenido a la monarquía parlamentaria, pero sí que sirve para constatar el alcance de la división entre comunes y socialistas así como el alcance de la unidad entre soberanistas y comunes,
En paralelo, JxCat y ERC han solicitado un pleno en el Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por Colau, para votar si retiran los honores concedidos a Juan Carlos. Se reeditará de nuevo la pugna para demostrar quiénes son los más antimonárquicos.
▶️ @AdaColau a @HoyPorHoy: «El rey emérito tiene que devolver el dinero conseguido de forma ilícita. Y Felipe VI tiene que obrar con transparencia máxima y explicar la relación íntima que se mantiene con una dictadura sangrienta como la saudí» pic.twitter.com/f8lwkCIcBk
— En Comú Podem (@EnComu_Podem) August 5, 2020
A las puertas de la convocatoria de las elecciones catalanas, la bandera antimonárquica se ha convertido en un reclamo electoral. Puede temerse con alguna razón que vuelvan los tiempos de «referéndum o referéndum» a Cataluña, ahora centrados en la forma de Estado y no en la secesión.
Antes del pleno de este viernes en el Parlament de Cataluña, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, dirigió una carta a la militancia socialista con la que pareció querer vacunar a los socialistas que cuestionan la monarquía. Sánchez quiere prietas las filas socialistas respecto a la Casa Real en tanto en cuanto la figura del monarca forma parte del pacto constitucional. Y espera no tener sorpresas desagradables del PSC.
Bastante tiene Sánchez con tragar con Podemos haciendo de gobierno y de oposición a la vez como para lidiar también con divisiones en la familia socialista.
Podemos, en paralelo, ya revisa todas las comas del pacto de gobierno suscrito con el PSOE. Y han hallado el hilo del que tirar: en uno de sus puntos se rubricó el compromiso de “reformular la Constitución para limitar los aforamientos políticos, limitándolos al ejercicio de la función por parte del cargo público”. El pulso con Sánchez está servido.