Pedro Sánchez suplica un giro a Rivera en busca de pactos
El presidente del Gobierno ruega al líder de Ciudadanos que levante el veto al PSOE y piense en "lo que necesita el país"
Pedro Sánchez exprime las últimas horas de campaña electoral haciendo guiños a Albert Rivera en clave preelectoral. Pese a que el líder de Cs ha repetido por activa y por pasiva que su formación no pactará con el PSOE, y pese a los duros enfrentamientos entre ambos líderes en los debates del lunes y el martes, Sánchez insiste ahora en pedirle a Rivera que «recapacite» a partir del lunes.
El presidente del Gobierno ha lanzado el mensaje este viernes en una entrevista en la cadena Ser, en la que le ha pedido al partido naranja que tenga una posición «mucho más constructiva» sobre «lo que necesita el país» y la aportación que puede hacer a la gobernabilidad.
Sánchez cuenta con el apoyo ya explicitado de Podemos, con quien admitió que el pograma socialista tiene «muchos puntos en común», aunque esquivó hablar sobre un posible gobierno de coalición entre ambas formaciones. Entre otras cosas, porque busca ampliar sus opciones de pacto ante la eventualidad de un resultado no tan bueno como el pronosticado por las encuestas (al menos, las hechas públicas hasta la semana pasada). Así, de paso, exhibe cintura a la caza todavía de algún votante aún indeciso entre votar a Cs o los socialistas.
Palo y zanahoria para Rivera
El líder socialista puso el énfasis en sus mensajes a Rivera, que dijo que le ha decepcionado porque lo creía «hecho de otra pasta». Y, en ese sentido, añadió que hay líderes liberales europeos «estupefactos» con la posición de Cs respecto del pacto de gobierno con el PP y apoyo de Vox en Andalucía y de la posibilidad de reeditar la fórmula en clave nacional.
Todo, para acabar tras los palos exhibiendo una zanahoria en forma de petición al jefe de filas del partido naranja de que recapacite y sea más constructivo en cuanto a «lo que necesita el país y la aportación que puede hacer Cs a la gobernabilidad, la transformación y la modernización» de España.
Sánchez insistió en pedir el voto útil para impedir «que la ultraderecha influya en la acción del gobierno», y acusó a PP y Cs de haber beneficiado a Vox con un discurso centrado en acusar al PSOE de «una supuesta venta del país a los malvados independentistas», cuyos líderes, advirtió por otra parte, «no son de fiar».