Pedro Sánchez pide el voto gratis de PP y Ciudadanos
El presidente del Gobierno solemniza su propuesta de reforma constitucional para impedir el bloqueo político en España
Pedro Sánchez ha iniciado este lunes su discurso de investidura pidiendo a las principales fuerzas del Congreso que permitan su elección como presidente del Gobierno para evitar el bloqueo político en España. Lo ha hecho sin hacer referencia alguna a las conversaciones que el PSOE mantiene con Podemos para alcanzar un acuerdo de gobierno.
Sánchez, ignorando a Podemos, se ha dirigido a PP y a Ciudadanos para pedirles que faciliten su investidura después de la victoria del PSOE en las pasadas elecciones. En este punto, el presidente del Gobierno ha solemnizado su propuesta de llevar a cabo una reforma constitucional para que la formación más votada pueda liderar el gobierno siempre y cuando no haya una alternativa parlamentaria.
«Quiero trasladarles la primera oferta de pacto de Estado: reformar el artículo 99 de la Constitución (que regula la investidura) para que no vuelva a ocurrir el bloqueo en nuestro país», dijo Sánchez en los primeros minutos de su intervención. «Les pido que elijamos entre que España tenga o no tenga gobierno. Propongo que España no quede bloqueada», planteó.
Sánchez argumentó que esta reforma constitucional es necesaria porque «los ciudadanos no deben nunca más sufrir una amenaza de repetición electoral». A su entender, la reforma constitucional debería permitir que con una votación electoral baste y, al igual que el Congreso de los Diputados se puede poner en marcha mediante la elección de la Mesa, el Ejecutivo también tenga la garantía de poder ser constituido. «Les pido que facilitemos entre todos la constitución del Gobierno de España y que después facilitemos la modificación del artículo 99 de la Constitución para que nunca más haya un bloqueo en nuestro país», sentenció.
Sánchez y el brindis al sol
La propuesta del líder del PSOE no tiene posibilidades de salir adelante, puesto que tanto PP como Ciudadanos han anunciado a las claras que piensan votar en contra de la investidura de Sánchez, ya que consideran que su responsabilidad es alcanzar un acuerdo con quienes ha señalado como socio preferente: los diputados de Podemos.
De hecho, Sánchez precedió su propuesta de reforma constitucional de un contundente ataque a PP y a Ciudadanos, a quienes afeó sus alianzas municipales y autonómicas con «la ultraderecha» de Vox. Y, gráficamente, dijo que mientras ponen un cordón sanitario a los socialistas ellos mismos también se ponen «una soga» que les une a los de Santiago Abascal.
Sánchez y su programa de gobierno
A continuación, el candidato a la investidura expuso sus proyectos estratégicos. En materia laboral, Sánchez planteó una reforma del estatuto del trabajador y un nuevo estatuto del becario, fomentando la retribución de los jóvenes para evitar «el encadenamiento prolongado» del periodo de prácticas.
Sin abandonar este punto, el candidato a la investidura subrayó la importancia de favorecer «un empleo digno, y unas pensiones dignas» abordando casos concretos como el delas de las «kelys» (limpiadoras de hotel) o el de los «riders» (ciclistas de plataformas de reparto).
Entre sus prioridades, también citó la cuestión de las «tensiones territoriales», aunque no precisó propuesta alguna para resolverlas. Simplemente se limitó a defender la necesidad de «una España unida y diversa en una Europa diversa y unida».
Mención a Podemos al final de la intervención
No fue sino hasta el final de su intervención que Sánchez envió un guiño a Podemos, pidiendo avanzar en la negociación a pesar de reconocer que «no es sencillo», pero «merece la pena» lograrlo. «Nada que merezca la pena es fácil, y lo que tenemos por delante merece mucho la pena», añadió, después de admitir que ha habido «diferencias».
«Quiero agradecer muy señaladamente al grupo parlamentario de Unidas Podemos», dijo. «Procedemos de dos tradiciones distintas de la izquierda», añadió, en un último intento público para conseguir el apoyo de Iglesias.