Pablo Iglesias hace un gesto para acercarse a Pedro Sánchez
Unidas Podemos evita que Sánchez tenga que comparecer por la crisis del Open Arms a las puertas de retomar los contactos para la investidura
El PSOE y Unidas Podemos siguen instalados en el mismo bucle en el se metieron en julio, con ambos intercambiando mensajes a través de los medios y con los socialistas posponiendo hasta la semana que viene el reinicio de la negociación de cara a un eventual segudo intento de investidura. Pero este martes, al menos, los de Pablo Iglesias han tenido un gesto con Pedro Sánchez y le han evitado tener que comparecer por la crisis del Open Arms.
Esa comparecencia urgente del presidente en funciones la reclamaban el PP y el grupo mixto, pero a mediodía Podemos ya anunció que votaría en contra de la petición. Sánchez sí tendrá que comparecer para dar cuenta ante el Congreso de su participación en las últimas cumbres de la Unión Europea. Pero eso será ya en septiembre y en sesión ordinaria.
A cambio, quien sí tendrá que dar cuenta este jueves de la crisis de los inmigrantes rescatados en el Mediterráneo ante la Diputación Permanente del Congreso es la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. Su comparecencia fue aprobada cos los votos de Podemos -que es quien la propuso-, PP, Cs, ERC y PNV.
Pero, en todo caso, el rechazo de la formación morada a la petición del PP y el grupo mixto de que tuviera que hacerlo Sánchez evita una comparecencia extraordinaria del presidente que de haberse producido habría enrarecido aún más la recta final de la áspera y hasta ahora estancada negociación entre los socialistas y los de Iglesias.
Podemos y PSOE, en el bucle
Más allá del gesto, eso sí, todo sigue igual. Podemos insiste en retomar la negociación allí donde se quedó en julio, es decir, recuperando la oferta de gobierno de coalición que entonces hizo el PSOE.
Los socialistas, por su parte, dicen no entender que ahora Podemos quiere volver a esa oferta que entonces rechazaron. Así que la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, abogó en cambio por «retomar desde el inicio» la negociación para pactar un programa de gobierno. Un programa, añadió la vicepresidenta, Carmen Calvo, que debería ser «más amplio y realista».
«No todo es blanco o negro», dijo Calvo en relación a la exigencia de Podemos de entrar en un gobierno de coalición y a la dicotomía entre aceptar eso o volver a convocar elecciones. «Hay otra gama de posibilidades» a explorar, alegó.
El plazo para que se formalice la investidura del presidente del Gobierno expira el 23 de septiembre. Una vez agotado, la legislatura se precipitará a una repetición electoral el 10 de noviembre.