¡No es Chacón, estúpido, es la mayoría del PSC!
La dirección socialista prevé “consecuencias graves” en el partido por la actitud de los diputados díscolos
La política catalana tiene sus mitos. Y sus dianas para lanzar dardos con fruición. El PSC está confuso, roto en estos momentos, tras la votación de la resolución soberanista en el Parlament. Los cinco diputados que no votaron el acuerdo que había adoptado, previamente, el grupo parlamentario, ha irritado a la cúpula del PSC. Sus dirigentes aseguran que la decisión de esos cinco diputados de no votar en contra de la declaración soberanista de CiU y ERC, tendrá “consecuencias graves”. Consecuencias para ellos, quizá, pero, en todo caso, para el futuro del partido.
Y lo que se ha encontrado el PSC es que la explicación ante su firme posición se debe a la influencia de Carme Chacón. Así que la culpa, el dardo, se lanza contra Chacón y se acusa al actual PSC de haber tomado el camino ‘españolista’ que desea Chacón, que trabaja para ser candidata del PSOE a la Moncloa.
Esa ha sido la explicación del conseller de Presidència, Francesc Homs, un dirigente que lleva un tiempo pensando que la participación del PSC en la política catalana ya no será determinante. Para Homs, el PSC, en un nuevo escenario político, es prescindible. Así que el grupo parlamentario votó en contra de la resolución soberanista porque todo el PSC está esperando a Chacón. Según Homs, los dirigentes del PSC “quieren crecer a los pies del PSOE». Y, sólo quiere construir el ‘resurgimiento’ del PSC a partir del PSOE.
El PSC «no es independentista»
¿Es cierto? La irritación de la cúpula del PSC es mayúscula cuando se fórmula esa explicación. Es, tal vez, mayor que cuando analiza la votación del miércoles en el Parlament. Y, rememorando la frase muchas veces utilizada de Bill Clinton, «Es la economía, estúpido», los dirigentes del PSC vienen a expesar un claro ¡No es Chacón, estúpido, es la mayoría del PSC! Es la mayoría del partido la que tiene claro que los socialistas catalanes “no estarán en ningún proceso independentista”.
Chacón influye, claro. Y la dirección del PSC, con Antoni Balmón, Daniel Fernández o el propio Pere Navarro, le ofrecerá todo el apoyo si se presenta en un proceso de elecciones primarias en el PSOE para elegir el futuro candidato o candidata a la Moncloa. Y es cierto que, según algunos dirigentes, “su figura distorsiona, porque sus esporádicas declaraciones se magnifican” en perjuicio de la propia dirección del PSC. Pero no hace falta que Chacón influya. “La mayoría de este partido es catalanista y federalista, y no es independentista, ¿es tan difícil de entender?”, asegura un miembro destacado de la dirección.
Si se rompe el PSC, también CiU
El espantajo contra el PSC se viste de Chacón. Ese es el dardo que a CiU más le gusta para lanzarlo contra los socialistas. Y también Esquerra Republicana se siente muy cómoda utilizando el nombre de Chacón.
Pero la cúpula del PSC, se vea o no reducido el peso del partido, quiere seguir una línea clara a partir de ahora. Y asume que puede pagar un precio muy alto, pero que ya ve inevitable. Según otro miembro destacado del PSC, ya no en la primera línea, “el PSC se constituyó para no decantarse en el eje nacional, pero las circunstancias, la nueva coyuntura política, obliga a hacerlo, y el partido se puede romper, pero también Convergència, o Unió a corto plazo”.
Votación y después unidad de acción
El hecho es que el PSC siempre ha tratado de respetar una máxima. Todo el debate que se necesario puertas adentro, con bronca incluida, pero votación y acuerdo después, y unidad de acción tras cerrar la puerta. Y eso, según fuentes de la dirección, no ocurrió el pasado miércoles: “Se votó, con 15 diputados a favor de votar en contra de la resolución soberanista y cinco a favor de apoyarla. La mayoría tomó una decisión y después cinco diputados hicieron otra cosa”.
La ejecutiva del PSC del próximo lunes analizará la situación. No se descarta sancionar a los diputados díscolos, –Rocío Martínez, Àngel Ros, Núria Ventura, Joan Ignasi Elena y Marina Geli– aunque es posible que no se haga nada. “Es tan grave lo sucedido, que se deberá esperar algo más de tiempo para ver qué se puede hacer”, asegura un dirigente socialista.
Los más veteranos comparan lo que sucedió el miércoles con el II Congreso del PSC, en 1980. Entonces, la ruptura de las familias socialistas, unificadas pocos años antes, pudo ser una realidad. Y ahora, 32 años después, el PSC puede romperse definitivamente.