Mas responsabilizará a ERC de no convocar ya las plebiscitarias

CiU se toma con calma el calendario después del 9N y ofrece a Rajoy negociar sobre un referéndum legal y acordado

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Liberado Artur Mas, tras la celebración de una pseudoconsulta que ha contado con una participación de 2.305.290, aplaudido en la calle por los dirigentes de Convergència, en una imagen convenientemente preparada, la convocatoria de unas elecciones al Parlament con carácter plebiscitario pueden esperar. Y esperarán.

Mas sabe que ha recuperado la agenda política en Cataluña. Se ha atrevido a dejar en evidencia al Gobierno, que impugnó la segunda consulta propuesta, y que suspendió el Tribunal Constitucional. La jugada, muy cuestionable porque Mas es el representante del Estado en Cataluña, le ha salido bien, al margen de las acciones que pueda realizar la Fiscalía.

Esquerra no quiere ninguna lista conjunta

Con ello, Mas quiere dejar claro que ha asumido grandes riesgos, y que ahora está en condiciones de reclamar un “gran esfuerzo conjunto”, según Josep Rull, el coordinador general de CDC, para alcanzar una lista conjunta con ERC y entidades soberanistas.

Esa lista “de país” es la condición de Mas para convocar de inmediato unas elecciones al Parlament con carácter plebiscitario. Pero Mas sabe, y tal vez ello también se pueda calificar de astucia, que Esquerra no quiere saber nada de una lista conjunta. Nada. Así lo apuntan las fuentes consultadas.

En parte, Esquerra no la quiere porque, al sacrificar sus siglas, dejaría un espacio a su izquierda que lo podría cubrir –sin ser lo mismo– la formación de Podemos, que irrumpirá con fuerza en Cataluña cuando toque
 
Manos libres

Por tanto, esa situación le dejará al President manos libres para seguir gobernando. Ganará tiempo, verá cómo evoluciona la política española y convocará elecciones en función de sus intereses. Como President tiene esa potestad. El problema es que Convergència Democràtica quiere responsabilizar de la falta de esa lista conjunta a Esquerra.

Josep Rull insistió este lunes en que “a veces lo imposible se hace posible”, en relación a esa lista “de país”. La candidatura debería contar con un programa que incluyera un único punto sobre la independencia. Pero hay grandes diferencias sobre qué hacer, y cómo hacerlo una vez esa candidatura obtuviera una supuesta mayoría absoluta en el Parlament. ¿Se trataría de aprobar una declaración de independencia? ¿De negociar primero con el Gobierno español un posible referéndum de autodeterminación?

Unió Democràtica, formalmente ya está en otra cosa

Otra cosa es el papel de Unió Democràtica. Su secretario general, Ramon Espadaler, secretario general también de CiU, defendió que Mas siga gobernando y que trate de agotar la legislatura. Y, si no es posible, ya se convocarán elecciones, incluso con carácter plebiscitario. Pero en esa candidatura conjunta, ya no estaría Unió.

Por ahora, los pasos oficiales pasan por una nueva oferta a Mariano Rajoy. Mas le enviará una carta en la que incidirá en la alta participación del 9N, y en la petición de la ciudadanía catalana de un referéndum en el que pueda decidir su futuro político. Mas desea agotar esa última oportunidad, para tener una consulta legal y acordada. Rull aseguró que el plazo para que Rajoy conteste no será inmediato, pero tampoco indefinido.

El puro de Mas

Mas ha mostrado su determinación de presentar los presupuestos de 2015 en el Parlament a finales de noviembre. Quiere sacarlos adelante, aunque no tiene, en estos momentos, socios alternativos a Esquerra, que se niega a aprobar unas nuevas cuentas “autonómicas”.

Liberado Mas, aunque no fuma, –tampoco lo hace ya Rajoy– podría probar el sabor de un buen puro cubano.

Tiene lo que quería, –la consulta– y podría ahora gobernar para comprobar qué pasará tras las elecciones generales en el Congreso, que serán en noviembre de 2015, antes de las autonómicas.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp