Mas reclama a Rajoy que mire para otro lado y permita la consulta
“Lo que pedimos es que el Gobierno no se meta”, y respete la ley catalana de consultas, asegura el President
El President Artur Mas sigue firme en su propósito de convocar la consulta soberanista del 9 de noviembre. Tras las elecciones europeas, Mas considera que los partidos favorables al derecho a decidir han salido reforzados, y que ello le avala a seguir adelante.
Pero, ¿cómo se puede hacer? Mas, en la sesión de control en el Parlament, y tras las preguntas de la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha reclamado a Mariano Rajoy que abandone “el piloto automático” y busque una salida. “Para que no haya rumbo de colisión, quien lleva el barco al otro lado, en el centro de la península, tiene que dejar el piloto automático”, ha pedido Mas, tras los reproches de Camacho, precisamente, sobre ese “rumbo de colisión”.
Hostilidad añadida
La idea de Mas, después de comprobar que el Gobierno no permitirá el reférendum, cediendo la competencia a la Generalitat, es convocar la consulta bajo un paraguas legal, la ley catalana de consultas que estará lista a finales del mes de julio. “Ahora ya no requeriremos el acuerdo del Gobierno, y lo haremos a través de una ley catalana, y lo que pedimos es que no se metan”, ha afirmado. Pero el Gobierno “podría obstaculizar la consulta, lo que sería una muestra de hostilidad añadida”, ha sentenciado Mas.
Con una apelación al proceso que se desarrolla en el Reino Unido, respecto al referéndum de Escocia, Mas ha reiterado que se trata de una cuestión política, y que el Gobierno, para salir del embrollo, debería permitir saber qué quieren los catalanes, y qué mandato envían a los dirigentes políticos, para, a partir de ahí, buscar un acuerdo político.
Ningún paso atrás
El mensaje al Gobierno español, por tanto, se mantiene. Pero Mas también ha querido lanzar una advertencia a Esquerra Republicana. “No haremos ni un paso atrás, pero todos los pasos adelante los haremos bien hechos”, le ha respondido a Rovira.
Es decir, y aunque la consigna es mantener la tensión sobre la posibilidad de realizar la consulta, Mas no la celebrará si no dispone de un marco legal. Y, bajo la ley catalana de consultas, el Gobierno tampoco aceptará el referéndum.