Mas involucra a Puigdemont en su plan para ser candidato
El expresidente ofrece ser número uno por Barcelona y aparcar a Puigdemont en Girona
Es 28 de diciembre, pero no es una inocentada. Artur Mas se mueve. El ex president, aunque está pendiente de su propio juicio por el 9N, que será el 6 de febrero en el TSJC, quiere impedir la catástrofe electoral del PDCAT. Y ha involucrado a Carles Puigdemont para poder ser candidato. Le propone un ticket electoral en el que él encabezaría la lista del partido por Barcelona y el actual mandatario catalán la lista por Girona, siempre dejando claro que el presidente, en caso de poder formar gobierno, sería Puigdemont.
Mas no esconde su deseo de volver a la política activa. Lo constató en una reciente conferencia en la Cambra de Comerç. En su partido, el PDCAT, cunde el desconcierto. La nueva dirección, que capitanea Marta Pascal y David Bonvehí, está inmersa en la reestructuración interna, y quiere saber si Puigdemont está dispuesto o no a ser candidato, pese a señalar a núcleo más cercano que sólo se comprometió a sustituir a Mas durante una etapa muy concreta en la que tratará de convocar un referéndum de autodeterminación.
Pascal y Bonvehí desean convencer a Puigdemont, porque ahora mismo es el valor con más garantías de cara a unas elecciones. El riesgo para la dirección del partido es que la CUP no apruebe los presupuestos de 2017 y fuerce con ello la convocatoria electoral para la primavera. Pero, al mismo tiempo, es también la oportunidad para presionar a Puigdemont con la idea de que sea candidato.
Los dos caminos del PDCAT
En ese contexto ha llegado la oferta de Mas, según distintas fuentes nacionalistas, a Carles Puigdemont. Si considera que puede tener más garantías de éxito electoral –con Esquerra Republicana disparada en las encuestas– como cabeza de lista por Girona, localidad de la que fue alcalde, Mas se lanza a liderar la de Barcelona, aunque sin deseos de ser el president. Todo dependerá, sin embargo, del juicio por el 9N, que tiene fecha para el 6 de febrero y con la petición de la Fiscalía de 10 de inhabilitación.
Aunque en el seno del PDCAT se ve complicada la vuelta de Mas, no se descarta esa posibilidad. La primera intención es que Puigdemont sea el cabeza de lista del partido, y que se presente en la circunscripción de Barcelona, como es tradicional. El problema es que no se define, que no da su brazo a torcer, y el partido necesita clarificar su futuro inmediato para trazar una estrategia: o busca, de nuevo, su espacio ideológico, con el horizonte de la independencia, pero a más largo plazo, o queda a la sombra de Esquerra Republicana, y se queda reducido a un complemento con el liderazgo de Oriol Junqueras.
Las críticas al referéndum de Puigdemont
Ese es el fondo también del debate con Puigdemont. En las últimas semanas el propio Artur Mas, y figuras destacadas como Mercè Conesa –presidenta del consejo nacional del partido– se han mostrado muy escépticas con el referéndum que quiere convocar el presidente de la Generalitat.
Entienden que eso mismo ya se hizo el 9N, y que ahora se deberán convocar elecciones, y, con el equilibrio de fuerzas que surja, buscar algún tipo de acuerdo con el Gobierno central. Y todo, por supuesto, según esas mismas voces, a las que se añade Marta Pascal, para dejar de depender de la CUP, y abandonar el actual pacto con la formación anticapitalista que enoja a la militancia y a los cuadros medios del PDCAT.
La presión se estrecha sobre Puigdemont. Ahora le llega del propio Artur Mas, que sigue pendiente de todo lo que ocurre en el seno del PDCAT y del Govern, con la voluntad ahora de que Puigdemont sustituya a Jordi Vilajoana, un amigo personal, por Francesc Sànchez, con el objetivo de marcar de cerca, desde la política comunicativa, a Oriol Junqueras.