Mas insinúa con sus silencios que le espían desde Madrid
El presidente de la Generalitat se niega a responder abiertamente si se siente vigilado por el CNI, pero asevera que “a veces hay que morderse la lengua”
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, se ha negado a contestar a los periodistas que, este mediodía, le han preguntado si se siente espiado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). “No responderé”, ha deslizado en la rueda de prensa de final de curso que ha organizado el Ejecutivo autonómico este martes.
Los Mossos d’Esquadra han incrementado el número de agentes que viajan con la comitiva del líder nacionalista para establecer medidas de contra vigilancia. La consejería de Interior está convencida de que hay agentes del Ministerio de la Presidencia (los espías dependen de Soraya Sáenz de Santamaría) que recogen información sobre Mas. Pero no es la única amenaza.
La amenaza de los periodistas
La policía autonómica pretende también levantar un muro para ponerle a salvo de las investigaciones de los medios de comunicación. “¿Considera a los periodistas una amenaza”, ha preguntado un redactor de la Cadena SER. Mas se ha zafado: “Las medidas de seguridad la deciden los mandos de los Mossos”. “Yo me limito a intentar contestar a sus preguntas”.
El tema, que ha abierto el turno de preguntas, ha pillado por sorpresa al presidente de la Generalitat. Ha necesitado unos segundos para contestar. “No me esperaba esto tan pronto”, ha cuchicheado. El tiempo lo ha ganado recolocando los papeles que tenía en el atril. Ha dedicado más de 20 segundos a reordenar las notas.
Morderse la lengua
Enseguida, el interés de los informadores ha girado hacia la consulta del 9 noviembre, pero, cuando estaba a punto de terminar el encuentro, otro redactor ha insistido: “¿Se siente vigilado”. “No quiero contestar estas preguntas. A veces hay que morderse la lengua por responsabilidad”, ha dicho. “No quiero ser un elemento desestabilizador”, ha aseverado.