Mas-Colell explota contra la CUP y pide elecciones
El conseller expresa el malestar de Convergència y tacha a la formación anticapitalista de "inmadurez parlamentaria"
El momento ha llegado. Los dirigentes de Convergència que han recelado más respecto a cómo se ha acometido el proceso soberanista no pueden más.
Uno de ellos es Andreu Mas-Colell, el conseller de Economía, un liberal, que se comprometió con CDC porque se lo pidió en su día Jordi Pujol, y a quién ha podido más en estos años su idea de la lealtad y del compromiso que su apoyo a un proyecto ideológico que ha ido virando por necesidades del guión: primero por la necesidad del apoyo de ERC y ahora de la CUP.
Sin embargo, eso ha sido ya demasiado. «Ya sé que nos puede llevar a nuevas elecciones en marzo, pero si es así el President ya sabrá explicar en la nueva campaña donde estamos y por qué, y que los catalanes sabrán decidir con sabiduría qué liderazgo quieran para el proceso», ha asegurado en un artículo en el diario Ara.
Liquidar a Mas
El tono es duro contra la CUP. Mas-Colell no entiende que una formación minoritaria, con 10 diputados, mantenga su negativa a investir a Artur Mas. En la misma línea se ha pronunciado otro conseller, Felip Puig, y en los próximos días podrían aparecer otros nombres.
El conseller de Economía entiende que la CUP peca de «inmadurez parlamentaria», y que lo único que busca ahora es «liquidar» a Artur Mas, y controlar desde fuera el Govern.
Mas, en una reunión del Consell Executiu, ante las quejas de algunos consellers, entre ellos Mas-Colell, les preguntó si lo que querían eran unas nuevas elecciones. El conseller de Economia lo ha dejado claro: sí, lo prefieren antes que pactar con la CUP, con un programa político que no casa en nada con el ideario de Convergència, que está comprobando como se diluye como fuerza política.
Control del Govern por la CUP
Tras todas las cesiones, e, incluso, tras la promesa de Mas, en el Parlament, de someterse a una moción de confianza en diez meses, Mas-Colell explota:
«Y con todo eso, la respuesta de la CUP es no y no. Y ahora hablan de acuerdos estables y de 53 condiciones más allá de las incluidas en el anexo de la resolución soberanista. ¿Qué duda puede haber de que su pretensión es liquidar el liderazgo del presidente Mas y controlar externamente al Gobierno?»
La reacción de Mas-Colell, junto a la de Felip Puig, deja las cosas bastante claras. En las próximas semanas podría haber más deserciones, y Mas quedaría ya en evidencia. También la CUP tomará nota. Un acuerdo, aunque oficialmente se alienta, por parte de las cúpulas de las dos formaciones, parece ahora imposible.