Margallo, la punta de lanza del Gobierno para un acuerdo con CiU
El ministro de Exteriores busca resolver tres cuestiones: infraestructuras, lengua y cultura y financiación
“Algo está cambiando en las últimas semanas, eso es indudable”. Miquel Valls, presidente de la Cambra de Comerç, un hombre a veces demasiado optimista, pero a quien le gusta buscar acuerdos de forma permanente, se pronunciaba así tras la conferencia del ministro de Exteriores, José Manuel Margallo, en la Llotja de Mar.
¿Elementos para llegar a la conclusión de que puede haber un acuerdo a corto plazo entre el Gobierno central y la Generalitat? Nada tangible todavía, pero sí voluntad de solucionar el conflicto institucional.
Margallo protagonizó este lunes una conferencia en la Cambra, además de un desayuno con una representación empresarial en el Consorci de la Zona Franca. También se reunió con el conseller de Presidència, Francesc Homs, en el Palau de la Generalitat, y pudo saludar al President Artur Mas.
Margallo, con una dilatada experiencia como diputado en el Congreso y eurodiputado, es amigo personal de dirigentes de CiU, principalmente de Unió Democràtica, y recibe, periódicamente información directa de cómo están las cosas en Catalunya.
Financiación y déficit
Y, en función de esas demandas que recibe, Margallo consideró que existen tres cuestiones clave que deben ser resueltas: las inversiones en infraestructuras, el capítulo de lengua y cultura, y la financiación autonómica. Y esos tres problemas son los que reclaman que sean resueltos las patronales y los sectores más moderados de CiU.
Ante una nutrida presencia empresarial, Margallo aseguró que se debe “negociar” entre todas las autonomías para alcanzar un nuevo modelo de financiación, aunque descartó que se pueda llegar a un trato singular, como lanzó la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho. “No sería positivo ni para la propia autonomía que lo pidiera”, aseguró, sobre un supuesto trato específico.
«Diálogo no es debilidad»
En cambio, y a riesgo de recibir enmiendas de otros dirigentes del PP, el ministro de Exteriores sí defendió que pueda haber objetivos de déficit diferentes para cada una de las autonomías, en función de sus necesidades.
Así, defendió con determinación que si Bruselas otorga al Gobierno central un margen mayor de déficit para España –ahora es del 0,7% para 2013– lo traslade a las comunidades. «Igual que en la UE cada país tiene su déficit, no veo disparatado del todo establecer objetivos diferentes para las autonomías a partir de un acuerdo entre todas las comunidades, en el que el Gobierno debe ejercer un papel de arbitraje», consideró.
El mensaje no podía ser más diáfano, respecto a la voluntad de superar la actual situación. «Para remontar, como en la Transición, la unidad es fundamental. Para que sea real debe basarse en el diálogo. Diálogo no es debilidad, es fortaleza”, aseguró.,
Embajadas
Respecto a las inversiones en infraestructuras, Margallo se refirió a las partidas ya fijadas en el presupuesto sobre el corredor mediterráneo. Y también invitó a la Generalitat a albergar las oficinas exteriores catalanas en las embajadas de España y así ahorrar a través de las sinergias entre ambas administraciones. Ese modelo es el que ha elegido España para incorporarse en instalaciones de la UE en algunos lugares del mundo, como Yemen.
Precisamente, Margallo se reunió con Homs para hablar sobre el anteproyecto de ley de acción exterior del Gobierno. El conseller de Presidència, por su parte, le entregó al ministro el borrador de la futura ley de acción y servicio exterior de Catalunya, que el Govern quiere impulsar esta legislatura para articular las competencias de la Generalitat recogidas en el Estatut.
Inversiones en la N-II
Y, por la noche, la ministra de Fomento, Ana Pastor, protagonizaba la reunión del Foro Puente Aéreo, que agrupa a empresarios madrileños y catalanes.
Pastor llevaba bajo el brazo las inversiones del Estado en el corredor mediterráneo, una reivindicación del empresariado catalán que ha acabado interiorizando el Gobierno central. Y otra inversión clave: tres proyectos de duplicación y remodelación de la N-II en Girona.
La posición de Gordó y Duran
Por parte del gobierno catalán también se han producido algunos gestos importantes. El conseller de Justícia, Germà Gordó, incidía este mismo lunes en que la consulta soberanista no se podrá convocar sin un acuerdo con el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Y que el Govern buscaría esa aproximación.
Las palabras de Gordó, que se unían al rechazo de Josep Antoni Duran Lleida de realizar una declaración unilateral de independencia en el Parlament, siguen creando desconcierto en Esquerra Republicana. La portavoz parlamentaria de ERC, Anna Simó, reclamó a todos los dirigentes de CiU “lealtad” a Artur Mas, y defendía que la consulta soberanista se debe convocar “sí o sí” en 2014.
La aproximación se ha iniciado, aunque, es cierto, todavía no hay hechos tangibles, que el Gobierno catalán espera ya con urgencia. El primero podría llegar, sin embargo, de inmediato, con una flexibilización del objetivo de déficit para 2013,