Marchena espera a Sánchez para dictar la sentencia del 1-O
El magistrado del Tribunal Supremo baraja hacer pública la sentencia del 1-O en octubre, pero un adelanto electoral cambiaría la agenda
¿Dictará sentencia del 1-O el Tribunal Supremo si hay una repetición electoral? Desde hace semanas en el espacio político se han debatido las consecuencias que tendría el adelanto de los comicios en la agenda del tribunal presidido por Manuel Marchena que ha juzgado el procés durante cuatro meses y que se ha pasado el verano redactando un fallo inaudito en la historia de la democracia española.
El hermetismo propio del alto tribunal ha llenado de misterio la fecha en la que se desvelará la sentencia previsiblemente condenatoria que afecta a Oriol Junqueras y a los demás soberanistas procesados por el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. El fallo debía estar redactado la primera quincena de septiembre, pero se desconoce el momento preciso en el que se hará público.
Y se da la circunstancia de que tras las elecciones generales del 28 de abril aún no se ha formado gobierno, ni se ha fijado día para el segundo pleno de investidura de Pedro Sánchez, que sigue sin apoyos. A su vez, nuevas estimaciones de fuentes jurídicas recogidas por Europa Press apuntan a que octubre se perfila como el mes que baraja Marchena para dar el siguiente paso.
No obstante, la misma información matiza que el destino de los 12 políticos catalanes juzgados por el Supremo se conocerá tras haberse despejado la duda de una posible repetición electoral, un escenario que cada día se vislumbra más posible y que enviaría a los españoles a las urnas el 10 de noviembre próximo. De ser así, es posible que Marchena guarde la sentencia en un cajón.
Fechas tentativas para que Marchena publique la sentencia del 1-O
Fuentes parlamentarias afirmaron en julio que «hay una norma no escrita en el Supremo y es que una sentencia de gran repercusión política nunca se da a conocer antes de un proceso electoral». En la primera línea de la política, hay quien cree que una resolución de esta envergadura no tendría lugar en una previa electoral, lo que alargaría la ansiedad de saber si habrá condenas por el 1-O.
Aplazar la sentencia comportaría ciertos contratiempos. Por ejemplo, hasta ahora se ha dicho que debería dictarse antes del 16 de octubre porque ese día se cumplen dos años del ingreso en la cárcel de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, dos de los procesados; de lo contrario, corresponde prorrogar la prisión preventiva de los activistas independentistas, y así con los otros procesados cuando cumplan dos años.
Otro de los límites que se rumorearon fue el de dictar sentencia después de dos fechas de suprema relevancia para el soberanismo: el 11 de septiembre, cuando se celebra la Diada en Cataluña, y el 1 de octubre, aniversario de la consulta ilegal objeto de la causa judicial. Así las cosas, si no hay elecciones Marchena podría hacerla pública en la primera quincena de octubre.
Los magistrados del Supremo, en todo caso, primero deberán determinar los hechos que dan por probados y después discernir si son constitutivos de delito, antes de señalar quién los cometió y cuál fue su cuota de participación en los mismos. Su decisión marcará en parte lo que sucederá a partir del 20 de enero de 2020 en el segundo juicio al procés, en la Audiencia Nacional.
La sentencia también podría reactivar la euroorden de detención del expresidente catalán Carles Puigdemont y los consellers que huyeron con él. Y, por su puesto, si fuera condenatoria, despejará cuántos años de prisión tendrían Junqueras y los otros procesados, que previsiblemente elevarán el caso a los tribunales internacionales.