Maragall tumba a Colau por un puñado de votos
ERC y Barcelona en Comú obtienen 10 concejales cada uno, pero los independentistas se imponen como primera fuerza por apenas 5.000 votos
Ernest Maragall ha arrebatado la alcaldía de Barcelona a Ada Colau por el canto de un euro. ERC ha conseguido 10 concejales, los mismos que Barcelona en Comú, pero los independentistas se han impuesto a los comunes por un puñado de votos. Menos de 5.000, con el 99% escrutado.
Como pronosticaban las encuestas, el PSC ha sido tercera fuerza. Los de Jaume Collboni obtienen ocho concejales, el doble de los que tenía hasta ahora, seguidos de Barcelona pel Canvi-Ciudadanos, la coalición encabezada por Manuel Valls, que consigue seis. Junts per Catalunya (JpC) apenas consigue cinco, y el PP finalmente ha conseguido entrar como sexta fuerza, con dos ediles.
En cambio, tanto la CUP, que hasta ahora tenía tres concejales, como Barcelona és Capital, la candidatura de Jordi Graupera, se quedan fuera del consistorio al no alcanzar el 5% de escrutinios necesario para obtener representación, y que los populares de Josep Bou han conseguido por los pelos.
La victoria de Esquerra será difícil de gestionar, porque el independentismo ha perdido tres de los 18 concejales que sumaba en un Ayuntamiento en que la mayoría absoluta está fijada en 21. El retroceso es consecuencia de la fragmentación del voto soberanista, que contaba con hasta cuatro opciones distintas, incluidas las dos formaciones que finalmente han quedado fuera, y que conjuntamente han sumado más de 55.000 votos.
Descartados cuperos y Graupera, a ERC le queda JpC, su socio en la Generalitat, que ha encajado un severo castigo y ha perdido la mitad de los 159.000 votos que CiU obtuvo hace cuatro años. Eso, si Maragall quiere priorizar un acuerdo en clave independentista y reeditar así en clave local el gobierno de coalición de la Generalitat, y que se traduciría en un ejecutivo municipal con apenas 15 concejales, tres menos concejales de los que suman los de Colau y los de Collboni.
En todo caso, la única opción de que Maragall no sea alcalde pasaría porque el PSC y Valls apoyaran a Colau para una investidura en primera vuelta, de modo que la aún alcaldesa conseguiría una mayoría absoluta que no está al alcance del alcaldable de Esquerra.