Macron competirá contra Le Pen para llegar al Elíseo
El liberal Emmanuel Macron y la ultra derechista Marine Le Pen empatan con el 23% de intención de voto. La segunda vuelta será el 7 de mayo
Aunque los sondeos otorguen un empate técnico entre el candidato liberal Emmanuel Macron y la ultra derechista Marine Le Pen, ambos con el 23% de intención de votos, ya se afirma que estos dos candidatos disputarán la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas el próximo 7 de mayo.
Las primeras encuestas tras el cierre de los colegios electorales otorgan un 19% al conservador François Fillon y un porcentaje similar al populista de izquierdas Jean-Luc Mélenchon. El papel del candidato socialista Benoît Hamon, que se suponía heredero político de François Hollande, ha quedado en un rol anecdótico, en el que no se espera que supere el 10% de los sufragios.
Además de la fragmentación de voto, el comportamiento electoral revela el desgaste de las fuerzas tradicionales de la derecha gaullista y la izquierda socialista, que no pudieron resistir el surgimiento de los candidatos de fuerzas alternativas.
Macron aprovechará el frente anti Le Pen
El exministro de Economía es quien tendría más chances de llegar al palacio del Elíseo, pero no tanto por adhesión a su candidatura, sino por el rechazo que levantaría la líder del Frente Nacional. El resultado de Le Pen en unas segundas vueltas podría trepar, como mucho, hasta un 25%, pronostican los especialistas. Se descuenta que un buen caudal de los votantes de Fillon, y una gran parte de los seguidores de Mélenchon se volcarían hacia Macron.
De ser así, Europa respiraría aliviada: la tendencia eurofóbica que encarna Le Pen, subida a la ola del populismo de derecha que representa Donald Trump, sufriría un nuevo varapalo, tras el fracaso de Geert Wilders en las elecciones de los Países Bajos.
El temor a un “frexit” se disipa, porque Macron no sólo apuesta por la unidad de la Unión Europea sino que también busca reforzarla. Habrá que ver hasta que punto sus palabras no son una proclama electoral y llevará a que Francia sea, con Alemania, los principales soportes de la UE.