Los recortes en sanidad dejan a más de 50.000 pacientes catalanes ‘a la espera’
Hospitales del ICS registran demoras de hasta cinco años, según el sindicatos de médicos
Los recortes de los últimos años en la sanidad catalana han engrosado de manera considerable las listas de espera. Según cálculos del sindicato de Metges de Catalunya, 55.409 personas aguardan para ser intervenidos en alguno de los ocho grandes hospitales del Institut Català de la Salut (ICS).
Sólo en el de Bellvitge (L’Hospitalet de Llobregat) casi mil pacientes esperan, desde hace más de cinco años, para ser operados de algunos de los 65 procesos minoritarios como las intervenciones de mama no malignas, las de espalda o las operaciones de mano.
Medidas de ajuste
Pero las demoras también afectan a hospitales como el de Vall d’Hebron (Barcelona), donde hay pacientes que esperan desde hace siete años y medio para poder operarse de la espalda. Si se trata del hospital Verge de la Cinta (Tortosa), el tiempo de espera asciende a los 36 meses. Y la situación puede empeorar si finalmente se aprueba un nuevo recorte en la sanidad pública catalana, según critican los sindicatos.
En los últimos cuatro años, la partida presupuestaria para sanidad ha pasado de los 3.097 millones de euros a los 2.727 millones en 2012. Y se podría volver a pasar la tijera en el presupuesto de 2013. Según cálculos de los sindicatos, la reducción podría alcanzar los 200 millones.
Accesibilidad a la atención
La delegada del Hospital de Bellvitge, Teresa Fuentelsaz, asegura que este nuevo recorte “repercutirá en la accesibilidad a la atención especializada y aumentará las listas de espera”. Según Fuentelsaz, sólo en este centro hospitalario se tiene que ahorrar 18 millones en 2013.
Para ello, las direcciones médicas y de enfermería prevén cerrar de forma provisional y rotativa unas 200 camas este verano de las 700 disponibles en este momento. “Si se van a recortar otros 200 millones, se va a cerrar muchas más”, augura la profesional. Y recuerda que a estos recortes se tienen que sumar las reducciones salariales y de plantilla, la retirada de una paga extra y la no sustitución de personal jubilado en el ámbito público sanitario.