Los presos de JpC piden facilitar la investidura de Sánchez
Sànchez, Rull y Turull se alinean con Mas y abogan por una abstención de los posconvergentes que facilite la investidura de Pedro Sánchez
Los tres diputados presos de Junts per Catalunya (JpC) abogan por una abstención del partido que facilite la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Así se lo han comunicado por escrito Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull a la cúpula de la formación.
Sànchez, Rull y Turull han hecho llegar una carta a los organismos de decisión de la formación posconvergente una carta de siete páginas en la que defienden la pertinencia de abstenerse en la sesión de investidura, según ha avanzado Nació Digital. Los líderes encarcelados, que, con su juicio ya visto para sentencia, esta semana han vuelto a la prisión de Lledoners, se alinean así con los sectores moderados de la coalición, favorables a no bloquear la reelección de Sánchez como presidente.
Por esa línea de actuación es por la que se decantan también desde el presidente del Pdecat, David Bonvehí, hasta el expresidente de la Generalitat Artur Mas, que ha vuelto a ganar protagonismo de cara a la enésima refundación del espacio posconvergente.
JpC, entre Mas y Puigdemont
Mas se reunió la semana pasada en Waterloo con el que fue su sucesor al frente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para negociar los términos de esa reorganización. Puigdemont, como Torra, se decanta en cambio por seguir negando el pan y la sal a los socialistas mientras no se cumplan las condiciones que fijen los independentistas, y que Pedro Sánchez no está por la labor de atender.
De hecho, hace dos semanas, las diputadas en el Congreso Laura Borràs y Míriam Nogueras, representantes del sector duro y más afín a Puigdemont de JpC, le comunicaron a la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, que los posconvergentes votarán en contra de su investidura a menos que el gobierno socialista acepte los términos en que quieren que se reinicie el diálogo con la Generalitat.
La carta supone ahora una desautorización de esos planteamientos y refuerza a Mas y a los sectores más identificados con los viejos postulados de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) de cara a ese rediseño pendiente que tiene que poner orden en el espacio que ahora ocupan, solapándose, el Pdecat, JpC y la Crida Nacional per la República.