Los nuevos mamógrafos de Madrid complican el diagnóstico del cáncer
Los aparatos digitales, que requieren más pruebas complementarias, aumentan la incerteza de los resultados y los costes
Los nuevos mamógrafos digitales que se utilizan en el programa de atención precoz del cáncer de mama en Madrid, Deprecam, han aumentado el número de resultados dudosos de las mamografías. Los médicos de la sanidad pública implicados en la comunicación de los resultados en los pacientes han notado durante los últimos meses que se han disparado los resultados dudosos, que obligan a hacer pruebas complementarias y repetición de mamografía a los seis meses, según en protocolo internacional.
El programa Deprecam, que ha sido derivado en gran parte hacia las clínicas privadas, ha ido incorporando de forma paulatina la utilización de mamógrafos digitales para mejorar el diagnóstico, lo que ha tenido como resultado paradójico el incremento de la incertidumbre.
“Al ser más precisos, reflejan mejor la visualización de microcalcificaciones mamarias, lo que puede incrementar el número de posibles resultados dudosos, y por eso hay que hacer más pruebas complementarias”, explicó la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid a Economía Digital.
Mayor estrés
Tras un resultado claro, los médicos suelen citar a la paciente nuevamente en dos años. Pero los resultados dudosos, que normalmente deben representar una minoría, generan dudas en los médicos y preocupación en las pacientes que deben someterse a pruebas complementarias como ecografías y repetir la mamografía a los seis meses para descartar la presencia de tumores cancerígenos.
“Lo ideal es obtener la mayor precisión de los resultados. Someter a una paciente a una duda es someterla a una presión psicológica muy fuerte”, explica una de las doctoras que ha detectado el aumento de los resultados dudosos, conocidos como resultado 3 dentro de la escala internacional BI-RADS.
Doble pago
Además de la afectación psicológica de las pacientes, los resultados dudosos también multiplican el coste económico. Francisco Montero, portavoz del sindicato de técnicos superiores sanitarios, Fesitess, asegura que las clínicas privadas sólo hacen las mamografías y no se encargan de las pruebas complementarias en el caso de un resultado dudoso.
“Dar un resultado 3 es la mejor forma de lavarse las manos. Salvo algunas excepciones, las clínicas privadas no suelen hacer más de lo que le piden. Si es necesaria una ecografía para confirmar el resultado, no la hacen. Tenemos que asumirlo nosotros en la pública y muchas veces repetimos también la mamografía, para cerciorarnos. Esto hace que la administración pague el doble por la misma prueba”, explica.
Los colectivos en defensa de la sanidad pública aseguran que el aumento del resultado dudoso es más rentable para las clínicas privadas. En vez de hacer una mamografía cada dos años, la hacen cada seis meses, lo que aumenta su facturación.