Los lobbies actúan como cárteles de precios en la economía española
El libro 'Los grupos de interés en España', presentado este jueves en el Círculo de Economía, desgrana el efecto de estos actores sobre las relaciones empresariales y de poder en nuestro país
Los intereses son inevitables pero es necesario atemperar sus efectos. Sobre este principio bascula la acción organizada de los lobbies, cuyo panorama se ha reunido en el libro Los grupos de interés en España (Tecnos), coordinado por los profesores Joaquim Molins, Luz Muñoz Márquez e Iván Medina. El conocimiento y el deseo de transparencia aceleran la necesidad de exponer ordenadamente el mapa de los grupos de interés ¿Qué transparencia tienen los lobbies? ¿Qué recursos mueven? ¿Cómo y dónde exponen sus conclusiones?
«Este es un libro que hacía falta en España», sentenció este jueves Antón Costas en la presentación del libro en un acto celebrado en el Círculo de Economía y coordinado por Manel Manchón, director de Economía Digital. Lo que no se mide no se conoce y conocer los lobbies es una de las demandas más repetidas y menos saciadas del momento.
La formación de precios en España ya no responde a los costes sino a los acuerdos de cartelización entre empresas a situaciones de monopolios. «En nuestra economía los grupos de interés actúan como monopolios que acaban imponiendo precios que nunca son favorables a los consumidores», afirma Costas.
La identidad de los lobbies
¿Cómo evitarlo? Costas propone introducir una «mayor competencia de intereses». ¿Es un lobby el Círculo de Economía? Se preguntó Manel Manchón. «Ya me gustaría» respondió Costas. «Podríamos ser un grupo de interés promotor de causas», se interrogó el todavía presidente del Círculo y aprovechó la ocasión para recordar que fue en el Círculo donde nació el primer impulso para la fundación de la CEOE española, de la mano de Carlos Ferrer-Salat. Muchos años después, en 1993, el Círculo promovió la creación del Instituto de la Empresa Familiar, «esta vez sí, un auténtico lobby».
Hasta ahora, los grupos de interés en España han sido de «fácil factura», en palabras de Molins, dinamizador del libro que ha movido a una treintena de académicos y que será a partir de hoy un auténtica enciclopedia española de los lobbies. Molins recuerda la existencia de defensores naturales de los negocios; con dos ejemplos siempre recurrentes: el palco del Bernabeu y la Llotja del Barça.
El cartel de precios del metro cuadrado tuvo sus escenarios en estos respectivos teatros de operaciones; fue antes de la crisis, en pleno boom del ladrillo. Pero atención, en el imaginario colectivo, el lobby es conservador. Sin embargo, la confrontación entre izquierda y derecha ha sufrido una transformación determinante; no enfrenta ya a los partidarios de lo público y necesariamente bueno, contra lo privado movido por el interés material. Hoy la dialéctica es entre quienes tienen más a perder con el fracaso del mercado frente a quienes pueden sobrevivir mejor cuando los mercados no garantizan la seguridad.
Reclamo ciudadano
La profesora Rosa Nonell, una de los coautoras del libro, destacó que la necesidad ciudadana de conocer los grupos de interés en España tiene dos antecedente claros: la negociación colectiva patronales-sindicatos y los acuerdos territoriales sobre los que se ha basado el sustrato económico de las autonomías y los poderes locales. Las patronales actúan como grupos de interés y en este punto despliegan el halo de misterio en la calle. Los detonantes son el agotamiento del modelo de la Transición, basado en la Constitución de 1978, y la reivindicación de la regeneración democrática, en la que tiene su papel la llamada Nueva Política.
¿Dónde hay más reuniones empresa-política, en Alemania, en España o Irlanda? ¿Es lógico que los ex políticos se dediquen al lobby? ¿Cómo es que la Marca España nació en las Azores en 2002? Estas son entre otras las preguntas que se formuló este jueves Josep María Ureta en el acto de presentación del libro. El experto periodista de economía puso brillantemente sobre la mesa el concepto de captura del regulador (George Stigler). Y se extendió sobre el papel de los lobbies en el mundo de la opinión con la actual explosión de la prensa digital.
El libro presentado y debatido con interés antes los socios del Círculo de Economía profundiza en un conocimiento difuso sobre el tema. Los lobbies cuentan hoy con registros públicos, en especial el vinculado a la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC), con 450 inscritos y con ausencias notables como lo sindicatos o la misma patronal catalana, Fomento del Trabajo.
Toma de decisiones conjuntas
Desde las plataformas de la etapa pre-democrática han transcurrido cuatro décadas que confluyen en este punto: los lobbies encuadran hoy la toma de decisiones conjunta entre las instituciones públicas y los actores sociales. Organismos internacionales como la OCDE o Transparencia Internacional han espoleado a los grupos de interés a partir de sus recomendaciones.
El libro de Molins, Muñoz Márquez y Medina no quiere servir de coartada para los críticos de los sistemas liberales ni favorecer a las teorías conspirativas que reducen la toma de decisiones y la influencia de los lobbies a una imposición de los poderes fácticos sobre los principios democráticos.
Los autores del libro arrancan en el cásico The Process of Government (Bentley), antecedente de la literatura contemporánea sobre la materia del papel de los lobbies organizados como definidores del núcleo central del proceso político. La captación de este enfoque a lo largo de un siglo ha refutado la idea de que la política estaba constreñida a la configuración institucional del Estado. El análisis de los grupos de interés abre un continente que estudia la distribución del poder político en la sociedad conectando los conflictos sociales con la organización de los grupos y la toma de decisiones.
La cuestión de la transparencia
Los lobbies han contribuido a entender la política como una actividad de individuos organizados, más allá de los aparatos del Estado y de los partidos políticos que los habitan.
En la empresa y en la política, la desaparición de la identidad es totalitaria, pero la actividad no puede estar en visibilidad permanente («la armonía oculta es superior a la armonía manifiesta», dijo uno de los autores utilizando la cita clásica). La transparencia es a menudo implícita pero reconocible, oficializable a través de los registros mercantiles y las auditorías externas. La mediación del lobby es absolutamente necesaria.
La peor fantasía sobre la libertad empresarial es un mercado sin ordenación ni reguladores limitado solo por los códigos civil, laboral o penal. Cuando el límite es la ley significa que ha fracasado la negociación entre los holders que envuelven los proyectos volcados en el riesgo.